El altar de cobre (Versículos 1-8)

Tras ocuparse de los utensilios del Tabernáculo y de la construcción del mismo, el texto pasa a ocuparse del atrio (como un patio) del Tabernáculo. En el atrio del Tabernáculo están colocados el altar de cobre y la pileta (cuyo orden de construcción veremos en el capítulo 30). El altar de cobre (también denominado “al altar exterior” y “ el altar de la ofrenda”) está hecho de madera y revestido de cobre. Para el altar también deben prepararse varales para que pueda ser trasladado en la travesía. Y una vez más nos encontramos con el concepto “como te hizo ver a ti, en la montaña, así habrán de hacer” (Versículo 8)

El atrio del Tabernáculo (Versículos 9-19)

El altar debe colocarse dentro del atrio del Tabernáculo. Alrededor del atrio del Tabernáculo hay un cerco de lienzos sostenidos por los postes de madera dentro de los zócalos de cobre. En el acceso al atrio del Tabernáculo hay una cortina principal: “y para la puerta del atrio, una cortina de veinte codos, de púrpura violácea, púrpura escarlata y carmesí y lino fino de hilo torzal, labor de bordador. Sus postes serán cuatro y sus zócalos, cuatro” (Versículo 16).

La lámpara permanente (Versículos 20-21)

El capítulo concluye con la orden de la lámpara permanente. La misma debe ser encendida con aceite de oliva “prensado, puro para el alumbrado” (Versículo 21).