Una farsa judicial

Una farsa judicial

El juicio público que fue llevado a cabo contra Aján a fin de quitar el oprobio del pecado, le transmite un mensaje importante al pueblo-no busquen otros culpables de la caída; Aján, y solamente él, con su actitud transgresora provocó la derrota en la batalla.

El juicio llevado a cabo contra Aján fue realizado en forma pública y enfatizada: imponiendo el destino lentamente, fase a fase, exigiendo el reconocimiento por parte del acusado y la ejecución por medio de todo el pueblo. Aparentemente, en la misma medida, Dios podía revelarle a Yehoshua el origen del pecado y ocuparse de realizar un abordaje local silencioso y rápido.

La necesidad de hacer partícipe al pueblo y de publicar el arresto de Aján el pecador surgió a partir de dos razones que son una-dejar en claro que Aján es el único culpable de la caída del pueblo.

En principio, se podría haber sospechado de otros culpables, más relevantes-los espías. Los espías enviados por Yehoshua a Hai brindaron una evaluación muy imprecisa de la fuerza que se requiere para enfrentar a Hai: según ellos, “Que no suba todo el pueblo, con dos mil o tres mil hombres que suban para golpear a Hai”(Versículo 3), mientras que en la práctica sabemos que se requirieron 35.000 combatientes, solamente para la emboscada!

A partir de ello, se podría argumentar que todo el fracaso es por una causa nacional-una evaluación imprecisa de la fuerza del enemigo. El acto público y milagroso, que manifestó la posición del pectoral una y otra vez, le demostró al pueblo de Israel sin duda alguna, que la caída emana del pecado de Aján, y únicamente por él.

Un objetivo adicional para el acto público realizado con la ayuda de Dios, es el de fortalecer el liderazgo de Yehoshua y la comprensión de que el mismo funciona en nombre de Dios. Tras la caída militar, los dedos acusadores  son dirigidos primero y principalmente hacia el líder que condujo al pueblo a este movimiento fallido. El pueblo que está a su alrededor  y mira cómo Dios señala a los culpables una y otra vez, conforme al pedido e instrucción de Yehoshua, comprende que el liderazgo de Yehoshua  es aceptable y deseable a los ojos de Dios, en el que se cumplió “tal como estuve con Moshé estaré contigo” (Yehoshua capítulo 1, versículo 5).

Los referentes que escriben en esta sección son miembros de la organización "Najat"-"Noar Jovev Tanaj" ("Jóvenes amantes del Tanaj"), sede del estudio del Tanaj para los jóvenes.

 

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