Una complicación terrible

Una complicación terrible

Su padre, su abuelo, su esposo. Todos ellos cercanos y leales a David de diversas formas. Y el momento en el que todo sucedió. Una trama compleja.

En el contexto del capítulo, el gran trauma de la caída de Shaúl y sus hijos en el Guilboa, y el pequeño trauma, cuando David estuvo a punto de ser eliminado por un valiente filisteo, y sus hombres se juramentaron-“Nunca más saldrás a la batalla con nosotros, para que no se apague la llama de Israel“(Capítulo 21, versículos 15-17). Yoav fue enviado a luchar por Rabat, y David se quedó en Ierushalaim, recorriendo “la terraza en la casa del rey”, cuando conforme a su mundo interior debía estar en el campo de batalla con los generales y los combatientes. En esta delicada situación, él contempla desde la azotea “a una mujer que se estaba bañando”, y la mujer “era de aspecto muy hermoso” (Capítulo 11, versículo 2).

Bat Sheva hija de Eliam, su padre, uno de los valientes de David (Capítulo 23, versículo 34), su abuelo, Ajitofel el consejero secreto (que querrá vengarse de David), casada con Uriá el Jití, uno de los generales entre los valientes de David (Capítulo 23, versículo 39)-tal vez se trate de “Aravna el último  rey” de los Ievusim (Capítulo 24, versículo 23, o su hijo), quien se unió al pueblo de Dios y al ejercito de David-Aravna/Uriá.

Una complicación terrible.

Y el momento, en una noche precisamente adecuada para un embarazo prohibido y peligroso-“y ella se purificaba de su impureza” (Capítulo 11, versículo 4), y he aquí una luz que se apagó, al estar David detrás de ello.
En el punto culminante del encubrimiento, Uriá le dijo a David-nuestro señor Yoav con todos los combatientes se encuentran en el campo de batalla, “¿He de ir yo (y en una clara y flagrante alusión, acaso tú habrás de ir) a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa” (Capítulo 11, versículo 11) y entonces, Uriá llevó al campo de batalla una orden firmada, “con una bandera negra sobre ella”, que los Sabios de la Guemará (Sanhedrín 49a) acusaron de ella a Yoav, debido a que está prohibido ejecutar la orden del rey, en contra del “No asesinarás” del Rey Supremo.

Yoav no aceptó exponer solamente a Uriá en la dura batalla, y dejar que muera solo, por lo cual cayeron también otros combatientes. ¿Acaso era es una batalla necesaria?

Y todo ello, se describe en el Tanaj, de un modo detallado y pormenorizado, en “los conceptos del profeta Natán”.
Gentileza sitio 929

 

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