Sólo por el becerro

Sólo por el becerro

La gente de Neturei Karta (grupo ultraortodoxo que no reconoce al Estado de Israel) utiliza un versículo de nuestro capitulo, en contra del Estado de Israel. ¿Y qué piensa al respecto, el Rabino Tzví Iehudá Kuk?

Cuando era joven solía leer los carteles con anuncios exhibidos en Ierushalaim. En uno de ellos se citaba un versículo de nuestro capitulo en contra del Estado de Israel: “Ellos se han establecido reyes, mas no por Mí” (capítulo 8, versículo 4). En aquel entonces, no conocía nada acerca de las profecías de Hoshea, y sólo recordaba que en Shir Hashirim, el Cantar de los Cantares, (capítulo 5, versículo 7) “los guardianes de las murallas” (el significado literal de Neturei Karta), son precisamente los pueblos que golpean y hieren a la amada, que es la “asamblea de Israel”.

Después de unos años descubrí los conceptos del Talmud Ierushalmi, Jerosolimitano, (Horaiot 3,3), que los reyes de Israel (incluidos Omri y Ajav) equivalían a los reyes de Iehudá (de la Casa de David), ¡hasta la Casa de Yehu!, luego, se apropiaban del reino por la fuerza; y recién entonces, comprendí a Hoshea-justamente los últimos reyes de Shomrón, quienes tomaron el poder mediante asesinatos y guerra civil, no eran legítimos a ojos de la profecía. Y así dictaminó Rambam (Hiljot Gzeilot, Leyes relativas a robo, al final del capítulo 5), diciendo que aquellos que toman el poder por la fuerza sin el consentimiento del pueblo, son considerados ladrones, y su gobierno no tiene  validez.

Cuando le pregunté a mi maestro y rabino, el Rabino Tzví Iehudá Kuk acerca de los líderes del Estado de Israel, me dijo “ninguno de ellos es tan malo como Ajav, que Eliahu el profeta corría delante de su carruaje (Melajim I, capítulo 18, versículo 46). Mi maestro y rabino solía ensenar mucho el libro “Cuzari”, y en el mismo (capítulo 192-97) encontré una sorprendente defensa en favor de los pecadores que hicieron el becerro de oro, que no tuvieron la intención de cambiar su fe en Dios que los sacó de Egipto, sino que crearon una imagen prohibida, en contraste con “el Arca y los querubines” que les fueron ordenados.

Entonces pensé, que se trata de un defensa forzada y distante, del sentido literal del texto. Después de años, llegué al Museo de las Tierras de la Biblia en Ierushalaim y allí vi, para mi sorpresa, una escultura de un ídolo montado sobre un novillo; entonces comprendí, que en el caso de los hijos de Israel sólo había un becerro sin escultura. Rabí Iehudá HaLeví, en efecto tuvo razón en sus conceptos del libro Cuzari, y aún así, el pecado es muy grave, de “colocar” (Dios libre y guarde) lo “invisible” sobre un becerro y decir “Este es tu Dios…” (Shemot capítulo 32, versículo 4), “luego no es Dios; así, pues, será hecho pedazos el becerro de Shomrón” (Capítulo 8, versículo 6).
Gentileza sitio 929

 

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