Síntesis del capítulo, Levítico 12

Síntesis del capítulo, Levítico 12

Nuestro capítulo aborda la impureza luego de un parto y el sacrificio que se debe traer a fin de purificarse.

La vía de la impureza (Versículos 1-3)

Como consecuencia del parto, la mujer permanece impura durante siete días al dar a luz a un varón. En el caso de dar a luz una niña permanece impura por dos semanas. Si se trata de un varón, se lo debe circuncidar en el octavo día, como le fuera ordenado a Abraham. (Bereshit capítulo 17)

Los días de la “sangre de la purificación” (Versículos 4-5)

Después de siete días la mujer se purificará durante treinta y tres días de su sangre (en el caso de dar a luz un varón) y sesenta y seis (en el caso de una niña). El texto no amplía acerca del carácter de estos días de purificación, pero precisamente divide entre los días de “Nidá” (período menstrual de una o dos semanas) y el período extenso de los días de purificación.

Después de los días de purificación (Versículos 6-8)

Una vez completados los días de purificación, la mujer debe traer al Mishkán (Tabernáculo) un cordero como ofrenda de holocausto y un palomino o tórtola para el sacrificio expiatorio, y si no tiene posibilidad económica de hacerlo, puede traer también un palomino o una tórtola, además del expiatorio. ¿Por qué la mujer parturienta debe traer un sacrificio? Los comentaristas aportan diversas opiniones, no obstante es probable que el sacrificio no sea traído como expiación por el pecado sino como purificación de la impureza.

 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

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