Síntesis del capítulo, Levítico 10

Síntesis del capítulo, Levítico 10

El acto de Nadav y Avihú y su muerte (Versículos 1-5)

Como parte de los festejos del octavo día, Nadav y Avihú, los dos hijos de Aharón, toman incensarios y les ponen fuego e incienso y elevan un sacrificio ante Dios. Resulta que Nadav y Avihú ofrecieron “fuego profano, lo que Él no les había prescripto” (Versículo 1) y en lugar de que el fuego que cae del cielo consuma el sacrificio, este fuego lo consume “y ellos murieron ante El Señor” (Versículo 2). Aharón reacciona de un modo excepcional: “Aharón permaneció en silencio” (Versículo 3) y Moshé pide que retiren a los fallecidos del santuario hacia afuera del campamento.

Las prohibiciones a los Cohanim (Sacerdotes): en esa época y para siempre (Versículos 6-11)

Tras la muerte de Nadav y Avihú Moshé da instrucciones destinadas a Aharón y sus otros dos hijos y en el párrafo posterior le da instrucciones a todos los Cohanim. Moshé le ordena a Aharón, Eleazar e Itamar, que no implementen las costumbres de duelo “ya que el óleo de la unción del Señor está sobre ustedes” (Versículo 7)-no pueden estar de duelo en el marco de los festejos en el octavo día.

En el segundo párrafo Moshé le ordena a los Cohanim que se cuiden de ingresar al Santuario tras haber bebido vino “Ni vino ni licor habrás de beber ni tú ni tus hijos contigo -cuando deban ingresar a la Tienda de Reunión- para que no mueran” (Versículo 9). Esta instrucción es impartida para todas las generaciones, y no solamente a la familia de Aharón en el marco de este evento.

Los derechos de los Cohanim (Versículos 12-15)

En este párrafo son citados los derechos de los Cohanim en los sacrificios. Moshé recuerda el sacrificio de Minjá (ofrenda de oblación) y la obligación de comerlo en un sitio sagrado “pues así me ha sido prescripto” (Versículo 13) y el pecho y el muslo ofrecidos deben ser consumidos en un lugar sagrado, “Y será para ti y para tus hijos contigo como ley perpetua, como ha prescripto El Señor” (Versículo 15).

El acto de Eleazar e Itamar (Versículos 16-20)

Eleazar e Itamar no consumen el macho cabrío. Moshé reprende a Eleazar e Itamar “¿Por qué no han comido el Jatat en el lugar del Santuario?, ya que sacro entre los sacrificios es y él les fue otorgado a ustedes para perdonar la iniquidad de la asamblea y para expiar por ellos ante El Señor” (Versículo 17). Aharón responde en nombre de sus hijos: “he aquí que en el día de hoy ellos han ofrecido sus sacrificios Jatat y sus holocaustos ante El Señor, pero me han ocurrido a mí cosas como éstas y habré de comer Jatat el día de hoy, ¿será ello agradable ante los ojos del Señor?” (Versículo 19). Aharón realiza un “kal vajomer” (deducción)-hace instantes los hijos de Aharón ofrecieron el Jatat (la ofrenda por el pecado) y el sacrificio de holocausto y ocurrió una tragedia (“pero me han ocurrido a mí cosas como éstas”), ¿Acaso “hoy” es conveniente consumir el Jatat? “¿será ello agradable ante los ojos del Señor?”. Moshé está de acuerdo con la respuesta de Aharón “y lo oyó Moshé y lo consideró bueno” (Versículo 20).

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

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