Síntesis del capítulo, Kohelet 3

Síntesis del capítulo, Kohelet 3

Para todo hay un tiempo y una hora (Versículos 1-8)

En este párrafo, figura un cantico cuyo título es: “Para todo hay un tiempo, y una hora para todo designio bajo los cielos” (Versículo 1) y a partir de aquí una serie de frases opuestas que comienzan con el vocablo hebreo “ET”, “HORA”, como:” Hora para nacer--hora para morir” (Versículo 2). El cántico culmina con “Hora para amar--hora para odiar; hora de guerra y hora de paz” (Versículo 8)

El destino de la persona, en manos de Dios (Versiculos 9-15)

Kohelet comienza el párrafo con la pregunta: “¿Qué excedencia tiene el que obra con todo lo que él se esfuerza? (Versículo 9). Kohelet continua y dice “Todo, Él ha hecho bello en su hora; también la eternidad Él ha implantado en ora de ellos; empero no habrá de hallar el hombre la obra -que ha creado Elohim- el comienzo hasta el final” (Versículo 11), o sea, Dios provocó que la persona no pudiera comprender racionalmente los actos de Dios. Por lo tanto, llega a la conclusión” Sé yo, que todo lo que ha hecho Elohim, eso será para la eternidad, sobre ello no hay que añadir y de ello no hay que menguar; empero Elohim ha hecho que ellos hayan de temer de ante Su presencia” (Versículo 14)

Un juicio justo (Versiculos 16-17)

En estos dos versículos Kohelet recuerda la cuestión del juicio justo: “Dije yo en mi corazón al justo y al impío habrá de juzgar Elohim, ya que hay hora para cualquier designio y para cualquier acción allí” (Versículo 17), es decir, aun cuando parezca que el juicio justo demora n llegar, el mismo habrá de llegar.

Entre la persona y el animal (Versículos 18-22)

En este fragmento, Kohelet compara a la persona con el animal “¡y para ver! que ellos son, cual animal son, para sí mismo” (Versículo 18). Llega a la conclusión de que “Y preeminencia del hombre sobre el animal: ¡No hay! Pues todo es absurdo” (Versículo 19), debido a que finalmente, ambos mueren: “Todo va a un mismo lugar; todo fue desde el polvo, y todo vuelve al polvo” (Versículo 20), y por ello, Kohelet repite la conclusión ya mencionada en el capítulo 2, según la cual, la persona debe alegrarse a partir de sus acciones: “Y he observado que no hay mejor: que se regocije la persona con sus acciones, ya que esto es su porción. Pues quién lo habrá de traer a ver en lo que habrá de ser después de él? (Versículo 22)

Redacción: Netanel Szpigel.

 

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