Síntesis del capítulo, I Reyes 13

Síntesis del capítulo, I Reyes 13

El capítulo relata acerca de un varón de Dios que vino de Iehudá a Beit El. Nos son relatados dos hechos: el primero es un encuentro con Yarovam y el segundo es un encuentro con el profeta anciano de Beit El.

El primer relato: el encuentro y la profecía a Yarovam (Versículos 1-10)

Un varón de Dios de Iehudá fue enviado a Yarovam ben Nevat. El encuentro tiene lugar en Beit El, mientras Yarovam eleva sacrificios en el altar que construyó en Beit El. El varón de Dios comienza con una dura profecía alusiva a Yarovam y a sus normas. Yarovam intenta detener al profeta, pero su mano se seca. A continuación, desea invitar al varón de Dios a su casa, pero el varón de Dios se niega enérgicamente ya que Dios le dijo que no comiera en Beit El.

El segundo relato: el encuentro con el profeta anciano (Versículos 11-32)

El encuentro con Yarovam culminó y ahora comienza un nuevo episodio. Un profeta anciano de Beit El escucha acerca del varón de Dios de Iehudá, sale a su encuentro y se reúne con él: el relato propiamente dicho consta de tres actos y cada una de ellos comienza con un paseo en   burro.

El encuentro y la hospitalidad (Versículos 13-22)

El profeta anciano pide a sus hijos que le digan hacia dónde se dirigió el varón de Dios, y sube a un burro y sale a buscarlo. El profeta anciano de Beit El encuentra al varón de Dios de Iehudá e intenta convencerlo para que coma en su casa. El varón de Dios se niega, tal como se lo negó a Yarovam. El profeta anciano le miente al varón de Dios y le dice que tiene en su boca una profecía según la cual tiene que comer en su casa. El varón de Dios obedece al profeta anciano pero resulta que se equivocó; Dios se revela al profeta anciano y le indica que le transmita al varón de Dios que distorsionó la voz de Dios y por ende “no llegará tu cadaver al sepulcro de tus padres”.

La muerte del varón de Dios (Versículos 23-26)

El varón de Dios ensilla su burro y sale al camino. Un león encuentra al varón de Dios en el camino y lo mata. El cadáver del varón de Dios yace allí hasta que el profeta anciano escucha que el varón de Dios murió.

El entierro del varón de Dios (Versículos 27-32)

El profeta anciano le pide nuevamente a sus hijos que le preparen el burro, y trae el cadáver a Beit El para sepultarlo. Tras el entierro, el profeta anciano pide a sus hijos que tras su muerte lo entierren al lado del varón de Dios, ya que reconoce que la profecía del varón de Dios alusiva a Beit El, se habrá de cumplir.

 

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