Los hermanos de Iosef y Paró (Versículos 1-6)

Tras el emotivo encuentro entre Iosef y Iaacov, Iosef presenta a sus hermanos ante Paró. Los hermanos escuchan atentamente la propuesta  de Iosef, que les fue transmitida en el capítulo anterior (Capítulo 46, versículos 23-24) y actúan acorde a la misma: “Dijo Paró a sus hermanos: ¿Cuáles son vuestras ocupaciones? Dijeron ellos a Paró: Pastores  de ovejas son tus servidores, nosotros y también nuestros padres…Y ahora, puedan asentarse tus servidores en la comarca de Goshen” (Versículos 3-4). Paró escucha atentamente sus palabras y les concede el pedido de asentarse en la tierra de Goshen

Iaacov y Paró (Versículos 7-12)

Ahora Iaacov llega al encuentro de Paró y lo bendice en el inicio y en el final de la conversación. En el transcurso del encuentro Paró le pregunta a Iaacov su edad y Iaacov le responde de un modo no habitual: “Los días de los años de mi peregrinaje (en la tierra) son ciento treinta años; pocos y aciagos han sido los días de los años de mi vida y no han alcanzado a los días de los años de la vida de mis padres, en los días del peregrinaje de ellos” (Versículo 9). El párrafo finaliza con la síntesis del tiempo de residencia de la familia de Iosef en Egipto y del sustento que les proveyó Iosef.

El problema económico y las soluciones de Iosef (Versículos 13-27)

En esta instancia, el texto pasa a ocuparse de Egipto en forma general y no de la familia de Iosef. Cuando ya el hambre arrecia, Iosef junta todo el dinero que hay en Egipto “a cambio de los víveres que ellos adquirían” (Versículo 14), pero en definitiva el mismo también se acaba y ahora las personas suplican por pan. Iosef realiza con ellos un trueque “y los sustentó con pan a cambio de todo su ganado en aquel año” (Versículo 17). Pero después de un año asoma nuevamente la angustia   (a raíz de la carencia). Ahora Iosef decide comprar la tierra de Egipto a cambio de pan. Así Iosef logra introducir el “diezmo” al gobierno egipcio: “Y será que en las cosechas habrán de dar un quinto para Paró y los cuatro quintos serán para ustedes: para siembra del campo y para vuestra comida y para los que están en vuestras casas y para comer para vuestros infantes” (Versículo 24)

El pedido de Iaacov a Iosef (Versículos 28-31)

En el instante previo a su muerte Iaacov convoca a Iosef y le solicita que lo sepulte en la tierra de Kenaan y no en Egipto “Cuando deba dormir con mis padres habrás de llevarme de Egipto y me sepultarás en su sepulcro” (Versículo 30). Iosef le juró al padre que así lo hará.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.