El descenso de los hermanos de Iosef a Egipto (Versículos 1-5)

A raíz de las acciones de Iosef (que fueron mencionadas en el capítulo anterior), hay “provisiones en Egipto” (Versículo 1). Iaacov le pide a sus hijos que desciendan a Egipto para lograr sobrevivir la dura hambruna que azota a la tierra de Kenaan. Todos los hermanos descendieron, con excepción de Biniamín porque Iaacov temía “no sea que le acontezca un accidente mortal” (Versículo 4).

El encuentro de Iosef y los “espías” (Versículos 6-14)

Iosef se reúne con sus hermanos mas ellos no lo reconocen, mientras que Iosef sí los reconoce a ellos. “Mas se hizo el extraño a su respecto, habló con ellos duramente“(Versículo 7) y los acusa de espionaje. Los hermanos tratan de convencer al gobernante egipcio que no son espías, y él reacciona como si fuera que no les cree.

Primera propuesta (Versículos 15-17)

Iosef recomienda examinar si es que son espías “Con esto habrán de ser probados: ¡Por vida de Paró! No habrán de salir de aquí sino al venir vuestro hermano menor aquí” (Versículo 15). Iosef pide que uno de los hermanos vaya a traer al hermano menor y el resto de los hermanos “serán encarcelados a fin de que sean probadas vuestras palabras, si la verdad está con vosotros” (Versículo 16). Los hermanos no reaccionan a esta propuesta, sino que el texto solamente destaca “Los confinó bajo custodia tres días” (Versículo 17)

Segunda propuesta (Versículos 18-26)

Después de ello, Iosef realiza otra propuesta “uno de vuestros hermanos permanecerá encarcelado en vuestro recinto de custodia y ustedes irán y llevarán provisiones para el hambre de vuestras casas. Y a vuestro hermano el menor, habrán de traérmelo” (Versículos 19-20). Los hermanos, sin opción alguna, aceptan la propuesta pero ya comprenden que este proceso es un castigo por el comportamiento de ellos con Iosef  “pero culpables somos nosotros por causa de nuestro hermano, pues habíamos visto la angustia de su alma en su implorar a nosotros mas no hemos oído. ¡Por eso nos ha sobrevenido esta tribulación!” (Versículo 21). Shimón se queda en la casa de Iosef y los hermanos emprenden el regreso a Kenaan.

El hallazgo del dinero (Versículos 27-28)

En el camino, uno de los hermanos abre su bolso y de repente “Vio su dinero y he aquí que estaba en la boca de su alforja” (Versículo 27). Los hermanos temen y se preguntan “¡Qué es esto que Elohim nos ha hecho!” (Versículo 28).

La negativa de Iaacov a la propuesta de sus hijos (Versículos 29-34)

Los hermanos llegan y le relatan a Iaacov (Versículo 36). todo lo sucedido, en forma pormenorizada. Intentan convencerlo que Biniamín descienda con ellos a Egipto pero Iaacov no se convence “¡A mí me han deshijado! Iosef no está y Shimón no está. ¿Y a Biniamín habrán de llevar? ¡Sobre mí recaen todas! (las tribulaciones)” Reuvén intenta asegurarle a Iaacov que todo estará bien, y de no ser así “A mis dos hijos podrás hacer morir” (Versículo 37). Pero Iaacov  no flexibiliza su postura.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj