Síntesis del capítulo, Génesis 17

Síntesis del capítulo, Génesis 17

En nuestro capítulo estudiamos acerca de la circuncisión y la promesa de Dios sobre el nacimiento de Itzjak. El capítulo está ordenado en dos secciones paralelas. En la segunda parte del capítulo, los conceptos vertidos anteriormente “pasan al plano de la acción”.

El cambio del nombre de Abram y la bendición de la descendencia  (Versículos 1-5)

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Cuando Abram tenía noventa y ocho años Dios se le reveló y acordó con él un pacto (adicional al pacto de las partes descripto en el capítulo 15). Dios le promete que él será “padre de una multitud de naciones” (versículo 4) es decir, se hará acreedor a una gran descendencia, y como parte de ello su nombre será Abraham y no Abram.

El detalle de la bendición de la descendencia (Versículos 6-8)

Ahora Dios le amplía a Abraham la bendición de la descendencia. Dios le dice a Abraham de que no se trata solamente de la multiplicación de la simiente, sino “y te convertiré en pueblos y reyes de ti descenderán” (Versículo 6)- es decir, se refiere al liderazgo (a la conducción) y al gobierno. La bendición de la simiente se combina  también con la bendición de la tierra: “Daré para ti y para tu descendencia la tierra donde resides, toda la tierra de Kenaan, como posesión eterna y seré Dios para ellos” (Versículo 8).

 

El mandamiento de la circuncisión (Versículos 9-14)

Ahora Dios le explica a Abraham las condiciones del pacto “Este es mi pacto que habrán de observar” (Versículo 10)- la circuncisión. El texto menciona los detalles del mandamiento con respecto a la circuncisión. La misma debe ser realizada  al bebé ocho días después de su nacimiento y todo descendiente de Abraham debe ser circuncidado. Aquel que no sea circuncidado- será marginado del pueblo.

El cambio del nombre de Sarai y la bendición de la descendencia (Versículos 15-16)

Así como fue modificado el nombre de Abraham, también a Sarai se le agrega la letra “HEI” y a partir de ahora su nombre es Sará. Tal como Abraham se hizo acreedor a la bendición de la descendencia, también Sará se hace acreedora a la misma:” será por naciones, reyes de pueblos de ella serán” (Versículo 16). En la bendición de la descendencia recibida por Sará hay una gran innovación: “y también daré de ella para ti, un hijo” (Versículo 16). Resulta que la multiplicación de la descendencia prometida anteriormente a Abraham, es a partir de un nuevo hijo que será concebido por Sará y no de Ishmael.

El detalle de la bendición de la descendencia (Versículos 17-21)

Después de que Dios le prometiera a Abraham descendencia, ahora Abraham traslada estos conceptos a la realidad. En una primera fase, a Abraham, toda esta situación le parece imposible y por ello ríe: “y dijo en su corazón: Acaso a hombre de edad de cien años, le nacerá hijo? Y Saráh, a la edad de noventa años, habrá de parir?” (Versículo 17). Más allá de esto, Abraham intenta entender cuál será el estatus de Ishmael, a partir de este momento. Dios le dice a Abraham que Ishmael también crecerá y se multiplicará, pero la descendencia a la que se refiere, será de otro niño que concebirá Saráh, Itzjak.

La circuncisión (Versículos 22-27)

 “Concluyó de hablar con él” (Versículo 22), y Abraham pasa a la acción. De inmediato, lo toma a Ishmael “y a todos los nacidos en su casa y a los adquiridos con su dinero — todo varón de entre las personas de la casa de Abraham” (Versículo 23) y les realiza la circuncisión. También él mismo se circuncida y de ese modo cumple con el mandamiento de Dios.

 

Editado por el equipo del Tanaj

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