Síntesis del capítulo

Síntesis del capítulo

El punto de inflexión en la trama: el insomnio del rey (1-3)

 

En la noche transcurrida entre el primer banquete y el segundo, el rey sufrió de insomnio y solicitó que le trajeran “el libro de las memorias, las crónicas” (1). Mientras leía el libro, se notificó que Mordejai salvó al rey de la muerte. El rey averigua “¿Qué honra y qué distinción fue hecha a Mordejai por esto?” (3), y sus servidores responden: “No le fue hecha ninguna” (3).

El hombre que el rey se complace en honrar (4-10)

 

Ajashverosh pregunta a sus servidores “¿Quién está en el patio?” (4), y le responden “He aquí que Hamán está en el patio” (5). Hamán, que se presentó ante el rey para solicitarle colgar a Mordejai del árbol que había preparado, no se imaginó lo que sucedería, tras la conversación con el rey. Ajashverosh le pregunta a Hamán: “¿Qué debe hacerse por el hombre que el rey se complace en honrarle?” (6). Hamán está seguro que el rey se refiere a él, y por consiguiente, respondió: “tráigase un traje real que el rey mismo viste, y el caballo en que monta el rey, y póngase la corona real sobre su cabeza… y le hagan pasear a caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: “¡Así se debe hacer al hombre que el rey se complace en honrar!” (8-9). El rey le notifica a Hamán que el hombre que al rey le complace honrar, es Mordejai: “Dijo entonces el rey a Hamán: “¡Date prisa, toma el traje y el caballo, como has dicho, y hazlo así con Mordejai, el Yehudi, que se sienta en la puerta del rey!, ¡no falte cosa alguna de cuantas has dicho!” (10).

 

Hamán ubica a Mordejai en lo más alto (11-14)

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Hamán escucha la orden del rey y lleva a cabo la ceremonia que él mismo había imaginado: “Tomó, pues, Hamán el traje y el caballo, y vistió a Mordejai, y le hizo pasear por la plaza de la ciudad, y pregonó delante de él: “¡Así se debe hacer al hombre que el rey se complace en honrar!” (11). Mordejai regresó al portón de acceso al palacio del rey y Hamán volvió a su casa “apesadumbrado, y cubierta la cabeza” (12). Mientras tanto, los eunucos del rey se apuraron en traer a Hamán al banquete de Ester

 

Redacción: Netanel Szpigel

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