Síntesis del capítulo, Éxodo 29

Síntesis del capítulo, Éxodo 29

Nuestro capítulo describe la forma de ungir a los Cohanim (sacerdotes) en los siete días de la investidura (los siete días previos a la inauguración del Tabernáculo).

Apertura (Versículos 1-3)

El capítulo comienza con una apertura para la ceremonia de la investidura: “Y ésta es la cosa que habrás de hacerles, para consagrarlos, para servir ante Mí” (Versículo 1). La ceremonia incluye: un novillo, dos carneros, pan y panes ázimos de diferentes tipos. La descripción general que es traída en estos versículos es ampliada fase tras fase.

Primera fase: “El acercamiento” de Aharón y sus hijos (Versículos 4-9) y “el sacrificio” del novillo para Dios (Versículos 10-16).

Dios ordena acercar a Aharón y a sus hijos a la Tienda de Reunión y purificarlos con agua. Una vez que Aharón se colocó su vestimenta, se le debe arrojar aceite de unción que simboliza su asunción al cargo y el inicio de la ceremonia de consagración. La ceremonia de investidura lleva su nombre en función de “la investidura” de Aharón y sus hijos “e investirás a Aharon y a sus hijos” (Versículo 9).

Paralelo al acercamiento de Aharón y sus hijos a la Tienda de Reunión debe sacrificarse el novillo en la entrada de la Tienda de Reunión. Aharón y sus hijos apoyan sus manos sobre la cabeza del novillo, lo faenan y derraman de su sangre a la base del altar. Los restos se sacrifican en el altar y se quema el novillo y su piel en el fuego en las afueras del campamento.

Segunda fase: rociar el altar con la sangre del primer carnero (Versículos 15-18) y arrojar la sangre del segundo carnero sobre los Cohanim (Versículos 19-21)

Después de ocuparse de los Cohanim y sus vestimentas y el sacrificio del novillo deben ocuparse de los dos carneros. Al igual que con el novillo, en el caso del primer carnero, Aharón y sus hijos deben apoyar sus manos sobre su cabeza, lo faenan y su sangre debe ser derramada alrededor del altar. Todo el carnero debe ser sacrificado como ofrenda. La tarea a realizar con el segundo carnero es diferente de la llevada a cabo con el primero, por el hecho de que la sangre no es derramada primero sobre el altar sino sobre el lóbulo de la oreja y sobre el pulgar de los Cohanim. Y tan sólo después la sangre es colocada sobre el altar de la sangre colocada sobre el altar se rociará a Aharón y a sus hijos y a sus vestimentas.

Tercera fase: el sacrificio de la investidura (Versículos 22-37)

La tercera fase de la ceremonia es el momento central, en el cual el servicio no es realizado en forma habitual (como los sacrificios anteriores) sino que se trata del servicio especial para la ceremonia de la investidura. Los principales “protagonistas” de la ceremonia son las partes internas del segundo carnero “Tomarás del camero el sebo y la cola y el sebo que recubre las entrañas y el lóbulo cuadrado del hígado y los riñones y el sebo que los recubre y el muslo derecho” (Versículo 22) y el resto de los alimentos mencionados en el inicio del capítulo “y también una hogaza de pan y una torta de pan amasado con aceite y un hojaldre del cesto de los panes ázimos que está ante Adonai” (Versículo 23). La ceremonia de la investidura incluye la elevación del pecho del carnero de la investidura (una acción característica del sacrificio de Shlamim (sacrificio de paz)). Al final de la ceremonia, Aharón y sus hijos consumen la carne del carnero y el pan del cesto (en la entrada de la Tienda de Reunión).

Cuarta fase: la realidad normal, el sacrificio Tamid (el sacrificio perpetuo) (Versículos 38-46)

Tras la descripción de la ceremonia de la investidura y la designación de Aharón y sus hijos como Cohanim, el texto bíblico hace referencia a la rutina habitual desarrollada en el Tabernáculo: el sacrificio Tamid (el sacrificio perpetuo) que se eleva por la mañana y por la tarde. El capítulo finaliza con una expresión festiva alusiva a la presencia de la Divinidad en el Tabernáculo “Y residiré en medio de los hijos de Israel y seré para ellos por Dios. Tendrán conocimiento de que Yo soy Adonai, su Dios; Yo, que los saqué a ellos de la tierra de Egipto, para residir Yo en medio de ellos, Yo soy Adonai, su Dios” (Versículos 45-46).

 

 

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