Síntesis del capítulo, Éxodo 22

Síntesis del capítulo, Éxodo 22

Leyes de robo (Versículos 1-3)

Las leyes relacionadas con el robo comenzaron al final del capítulo anterior “Cuando robare un hombre un toro o un cordero y lo degollare o lo vendiere... cinco vacas habrá de pagar en compensación por el toro y cuatro ovejas en compensación por el cordero” (Capítulo 21, versículo 37). Nuestro capítulo comienza con un suceso en el cual el damnificado golpea al ladrón.  En ese hecho “Si el ladrón fuere hallado forzando una casa y fuere herido y muriese, el que lo hiera no será culpado de homicidio. “ (¿A que se refiere el termino forzando? El comentarista Rashi explica que se encuentra al ladrón justo en el momento del robo; por su parte Rashbam opina que se atrapa al ladrón durante el robo en la noche) entonces “no hay por él causa de sangre”-es decir: el damnificado que golpeó al ladrón no es acusado de asesinato. Si el asesino es atrapado debe abonar una multa y si no tiene dinero debe venderse a sí mismo como esclavo a fin de indemnizar al damnificado.

Los daños (perjuicios) de la “expansión” (Versículos 4-5)

En este pasaje son traídas dos leyes que no están relacionadas desde lo temático, pero son similares en su práctica. La primera ley alude a aquel que envía a su animal a pastar en el campo y el animal siguió pastando en un campo ajeno, él debe pagar por el daño. La segunda ley trata sobre el al hombre que prendió fuego y el mismo se expandió a campos ajenos-el que prendió el fuego debe pagar por el perjuicio. En ambos casos se trata de una persona que realizó una acción (permitida) en su territorio, la cual se expandió hacia otro sitio (y se convirtió en una acción perniciosa).

Leyes relativas a las personas que custodian objetos (Versículos 6-14)

En este fragmento son traídas las leyes de los custodios (depositarios) de objetos. A diferencia de la explicación tradicional, el texto propiamente dicho no separa (discierne) entre el custodio sin cargo y el que lo hace por una paga, sino que lo hace entre aquel que custodia objetos y el que cuida animales. El texto cita diversas leyes relacionadas a los custodios y finalmente trae también la ley del que pide prestado, donde la ley cambia si es que el daño fue cometido en momentos en que “el dueño está con él” o no.

Diversas leyes (Versículos 15-23)

Entre las leyes de los custodios y las leyes relativas a un préstamo en este segmento son mencionadas diferentes leyes en las cuales no está muy claro el nexo entre ellas. Entre las leyes mencionadas: aquel que seduce, a la hechicera no habrás de dejar vivir, la prohibición de acostarse con un animal y leyes morales relacionadas con el converso, el huérfano y la viuda, con la promesa de Dios de que todo aquel que lo haga será castigado “Y se encenderá Mi furor y los mataré a ustedes a espada. y serán vuestras mujeres viudas Y vuestros hijos, huérfanos” (Versículo 23).

Leyes de préstamo (Versículos 24-26)

A continuación de las leyes de los custodios y de aquellos que piden algo prestado, en este párrafo figuran las leyes del préstamo. La Torá le exige al prestamista no ser “como un acreedor” (el comentarista Rashi señala “que no le haga un duro reclamo”). Una exigencia moral adicional de la Torá es que en el caso en el cual el prestamista toma una garantía del que solicita el préstamo debe tener en cuenta de no dejarlo sin nada “Ya que ella sola es su cobertura, ella es su ropa para su piel” (Versículo 26).

Diversas leyes (Versículos 27-30)

El último segmento del capítulo incluye diversas leyes como la prohibición de maldecir a un juez y a un jefe de tu pueblo o principe, las leyes alusivas al primogénito del animal y el ganado y la prohibición de comer carne devorada en el campo.

 

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