Sé fuerte

Sé fuerte

El testamento sangriento de David a Shlomó sorprendió a muchos, pero veremos cómo hacen para sobrevivir frente a Yoav hijo de Tzeruiá y todos los hombres de Adoniahu, que están a la espera de la caída de Shlomó.

¿Acaso esto era lo que David tenia para legarle a Shlomó? ¿Eliminar a alguien por un ajuste de cuentas?

En efecto, en el libro Divrei Haiamim, Crónicas (I, capítulos 28 y 29) hay testamentos lindos y dignos de David, sobre la construcción de la casa de Dios. El libro Melajim está estructurado en base a los libros de profecía, que no tiene miramientos para con nadie, tampoco con los patriarcas, ni con Moshé y Aharón. La predicción política incisiva es que Shlomó es “un muchacho tierno” (Divrei Haiamim, Crónicas I, capítulo 29, versículo 1), casi que no tiene posibilidades de sobrevivir frente a Yoav hijo de Tzeruiá y todos los hombres de Adoniahu, que están a la espera del primer error y lo forzarán a huir de Ierushalaim, en el mejor de los casos, y entonces, asomará nuevamente Shimí hijo de Guerá y celebrará la victoria de su maldición.

Por eso, David le dijo a Shlomó-“ten fortaleza, pues, y muéstrate hombre” (Versículo 2)-en el lenguaje israelí: “mi joven hijo, ellos harán todo lo posible para enloquecerte, ya han matado a “hombres  justos y buenos” (versículo 32); sé fuerte e inteligente, y Dios te ayudará en la medida que continúes en Su senda”. Todos aquellos que critican el testamento de David, no hubieran sobrevivido ni un mes frente a los hombres fuertes, los hombres de Adoniahu, y el intento de Adoniahu de congraciarse con Batsheva para recibir a Avishag la Shunamita como mujer, señala-“Tú sabes que mío era el reino, y que sobre mí tenía todo Israel puesta la mirada, para que yo reinara. Pero fue transferido el reino, y vino a ser de mi hermano, porque por parte del Señor era suyo” (versículo 15), es decir, “el día en que Shlomó peque contra Dios (según nuestro criterio), el reino de Israel volverá a aquel que “todo Israel” quería como rey, y que tomó como mujer a “la doncella” de nuestro rey David”.

A partir de su inteligencia, Shlomó comprendió de inmediato y le dijo a su madre, lo que su padre le había advertido-“¿Y a qué propósito pides a Avishag, la shunamita, para Adoniahu? Pide antes para él el reino…para él y para el sacerdote Eviatar, y para Yoav, hijo de Tzeruiá”(versículo 22). Y aun así, Shlomó le dio asilo a Eviatar en Anatot, y a Shimí hijo de Guerá, la posibilidad del arresto domiciliario, hasta que lo violó. Y así el reino fue afirmado en mano de Shlomó “(versículo 46).

Cortesía sitio 929

 

Volver al capítulo