Preguntas de Abarbanel, Números 11

Preguntas de Abarbanel, Números 11

1   “Entonces le dijo el Eterno a Moisés: Reúneme setenta hombres de los ancianos de Israel que sean escribientes y llévalos al Tabernáculo de reunión y haz que te acompañen (en tu labor).  ...”

“...y reunió a los setenta hombres de entre los ancianos del pueblo y los agrupó alrededor de la tienda.  Y descendió el Eterno en una nube y le habló (a Moisés) y posóse sobre ellos el espíritu profético.  Pero habían quedado en el campamento dos de esos hombres que se llamaban Eldad y Medad...y profetizaron en el campamento.  Y entonces un mozo que los vio, corrió a notificar a Moisés...  Y Josué hijo de Nun, servidor de Moisés desde su adolescencia, dijo: Oh mi señor Moisés, impídeselos (enciérralos). Pero Moisés le respondió:  ¿Acaso tienes celos por mí?, ¡Quiera D-s que todo el pueblo del Eterno profetizara...!”

(Números 11,16-30)

Pregunta:  ¿Por qué estos dos ancianos, Eldad y Medad, se quedaron en el campamento y no asistieron al Tabernáculo como se había ordenado?  Dado que la profecía proviene de D-s directamente, ¿en qué falta incurrieron ellos para ser reprimidos por Josué de esa manera?

Respuesta:

Abarbanel comenta que después de que Moisés recibió la orden de convocar a los setenta ancianos trató de repartir este honor entre las doce tribus en partes iguales; sin embargo, si tomaba 6 personas de cada tribu habría tenido un total de 72; eventualmente, dos quedarían fuera, y ésto causaría desprestigio tanto a nivel personal como para la tribu que representasen.

Estos dos ancianos, Eldad y Medad, previendo esta situación tan incómoda,  decidieron por si mismos excluirse y no asistir al Tabernáculo de reunión donde se llevaría a cabo el evento.  Su acción de tal humildad tras haber sido pre-seleccionados, provocó que el espíritu profético posara también sobre ellos, aún estando todavía en el campamento y  sin la inspiración cercana del mismo Moisés.

La razón por la que Josué tomó esta actitud celosa puede haber sido, desde el mismo texto, que pensara: “Yo que he estado cerca de Moisés desde joven, no he tenido este privilegio de la profecía. ¡¿Cómo ahora estas dos personas son acreedoras a tal inspiración sin siquiera acercarse al gran profeta?!”

Otra explicación de este raro comentario de Josué está basada en el Midrash que describe el contenido de la profecía de Eldad y Medad: “Moisés ha de morir y Josué será el que introduzca al pueblo a la tierra de Israel”.  De acuerdo con ésto, Josué defiende el honor de su maestro mostrando indignación por tal osadía expresada en las palabras de estos dos sujetos.  Moisés, sin embargo, demostrando la humildad que lo caracteriza, le responde que no posee el monopolio de la profecía y más aún... ¡Qué mejor que todo el pueblo gozaran de este regalo Divino!.

Este relato, aunque pequeño y escondido en la Torá, nos enseña mucho acerca del perfil ideal de un líder del pueblo de Israel; ¿Cuantos otros no hubieran reaccionado violentamente en contra de sujetos que hablan en contra de un gobierno...? ¿Cuántos profetas no fueron censurados al reprimir o regañar a un rey?.  Seguramente a la luz de lo anterior cobra mayor fuerza el famoso versículo: “Y no apareció  ningún otro profeta en Israel como Moisés, a quien el Eterno había tratado cara a cara.”  (Deut. 34, 10)

 

 

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