Pagos duplicados

Pagos duplicados

Dos hijos de una misma persona que fallecen uno tras otro es un castigo terrible y trágico, y a partir de la ubicación de la historia y las alusiones literarias utilizadas en la misma-el texto nos indica que se trata de una reacción directa a la venta, una especie de pago duplicado por Iosef.

Inmediatamente después de la venta de Iosef por los hermanos, leemos acerca del episodio de Iehudá y Tamar. Este relato interrumpe la secuencia  del relato del descenso de Iosef a Egipto, y a primera vista no tiene relación alguna con la venta, y de todos modos su ubicación resulta sorprendente.

Además de la ubicación del relato, hay varios contextos en el texto que mencionan la venta de Iosef: ya sea la apertura de la historia: “En aquel tiempo” (Versículo1), que insinúa el vínculo entre lo relatado anteriormente con lo que ahora figura en el texto; y si se trata de actividades y diversas expresiones que se repiten-el descenso de Iehudá como el descenso de Iosef, el envío de la túnica como el envío de la garantía, la cría de cabras, y en particular- el instante de la prueba, en la cual Tamar le exige a Iehudá “Por favor, reconoce” (Versículo 25) exactamente la particular expresión utilizada por los hermanos de Iosef al dirigirse a su padre (Capítulo 37, versículo 32).

A fines de comprender esta cuestión, volveremos al relato de la venta. Entre las tres propuestas elevadas para deshacerse de Iosef por la vía correcta, la de Iehudá era la más humillante. A partir del criterio, el pensamiento frío y la indiferencia, a la luz del hecho de que el hombre en cuestión es su hermano- Iehudá propone venderlo a una vida de esclavitud a cambio de dinero.

Luego de este tipo de acto, sería apropiado ver el castigo Divino en forma inmediata. El relato bíblico casi siempre enfatiza la reacción de Dios a las acciones del hombre en la tierra, y aquíese elemento falta.

Me parece que el relato de Iehudá y Tamar debe verse como una respuesta directa a la acciones de los hermanos, que se sienten atraídos por Iehudá-el pensador de la idea. De hecho el capítulo gira alrededor de la muerte de los dos hijos de Iehudá y el texto enfatiza  que no se trató de una muerte natural, sino:” y Dios le causó la muerte” (Versículo 7).

Dos hijos de una misma persona que fallecen uno tras otro es un castigo terrible y trágico, y a partir de la ubicación de la historia y las alusiones literarias utilizadas en la misma-el texto nos indica que se trata de una reacción directa a la venta, una especie de pago doble por Iosef.

No obstante en la continuidad del relato escuchamos acerca de una especie de reparación de sus acciones por parte de Iehudá: cuando se encuentra ante la alternativa entre salvar a Tamar de un decreto injustificado, y ser indiferente ante la muerte de su nuera- él se ubica  frente a su error y proclama: “tiene razón, es mío” (Versículo 26).

Entonces, Iehudá puede ser compensado por la muerte de sus dos hijos, y la misma Tamar, que se salvó en mérito a la confesión y el arrepentimiento de Iehudá, da a luz a otros dos hijos.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

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