Motivos de la esclavitud

Motivos de la esclavitud


Preguntas
• ¿Por qué el pueblo fue esclavizado?
• ¿Por qué Dios permitió que esto les suceda a los hijos de Yaacob?
• ¿Cuál fue el motivo por el cual  fueron liberados? ¿Cuál fue su mérito?
Respuestas
Cuando los hijos de Israel fueron a Egipto, dicen que fueron para habitar en forma momentánea, no para quedarse. (Gen 47:4) luego la Torá describe (47:27) que se asentaron. Es decir, fueron para quedarse por poco tiempo pero se instalaron en forma definitiva. 
El exilio no es un beneficio, es un castigo y ellos se acostumbran y les gusta. El primer punto negativo es que se asentaron en una tierra que no es la que Dios les había dado.
En Ezequiel 20:1 al 8 nos relata que el pueblo de Israel estaba haciendo idolatría. Es decir, hacían idolatría y no quisieron abandonarla. La Torá no dice que el pueblo hizo idolatría porque quiere ser más positiva y no mostrar los puntos débiles del pueblo, pero el profeta Ezequiel lo dice y el hecho de que 40 días después de que salieron de Egipto hicieran un becerro de oro nos demuestra que algunas de  esas ideas no fueron extirpadas por completo.
Aunque en ningún versículo lo dice literalmente, el hecho que les diga que los incircuncisos  no podían  comer del sacrificio de Pésaj, nos insinúa que algunos del pueblo habían dejado de hacer el Brit Milá.
En resumen, el pueblo había bajado a un nivel muy grave, idolatría, abandonaron del Brit Milá y se asentaron en forma definitiva en Egipto. Estos puntos van  a hacer que se decrete sobre ellos la esclavitud, y que Dios no haga nada para impedir que sean esclavizados por otros pueblos.
Una vez que el pueblo está tan alejado de Dios: ¿Por qué Dios decide acudir en su ayuda y liberarlos?
El Midrash Shemot Rabba nos da varios motivos:
Uno de los motivos que trae el Midrash, es por el mérito de los patriarcas, (nos dice que Dios recordó el pacto). ¿Cómo funciona el tema de que por el mérito de los patriarcas Dios hace cosas por sus descendientes? Imaginemos el siguiente caso: “Un joven entra a un negocio a comprar un artículo. El  vendedor, un hombre mayor, al observar el apellido del joven en la tarjeta de crédito, le pregunta si es familiar de un amigo suyo de la infancia, el joven asombrado le dice que él es el hijo de esa persona que el vendedor mencionó. El vendedor se emociona y le cuenta que eran grandes amigos con su padre y cómo su padre lo había ayudado en varias oportunidades y el cariño especial que le guardaba. Luego de describirle la amistad con su padre, el vendedor se niega a cobrarle el artículo y quiere obsequiárselo como un regalo. ¿Por qué lo hace, si él no conoce a este joven? En realidad no lo conoce, pero por cuanto que es el hijo de aquel gran amigo suyo que tanto quería, en honor a su padre, él quiere hacer algo bueno por el hijo de su amigo. Así funciona el “Zejut Avot” "el mérito de nuestros padres" que hace que Dios actúe con nosotros en forma más bondadosa que lo que merecemos.
El segundo punto es la promesa, el pacto,  que Dios había hecho a los patriarcas. Es decir que le iba a dar la tierra a sus descendientes. Dios no es un hombre para no cumplir Sus promesas. Si Él hizo un pacto, entonces lo va a cumplir. ¿Por qué hizo este pacto? Porque los patriarcas se habían encaminado en la senda de Dios y se habían apegado a Él proclamando públicamente Su nombre, entonces Dios los recompensa con esa promesa.
El tercer motivo es para evitar que el Nombre de Dios sea profanado. Que los egipcios digan: ¿Este es el pueblo de Dios? ¿Así ocurre con los descendientes de hombres tan íntegros como los patriarcas? Eso es lo que dice Ezequiel 20:9 “Pero Yo obré por Mi Nombre que no quise que fuera profanado a la vista de todas las naciones entre las cuales estaban ellos… de modo que los saqué de la tierra de Egipto”
El cuarto motivo es que el pueblo de Israel clamó a Dios. Luego  de que muere el faraón, el pueblo ruega a Dios. Y en seguida dice que Dios recordó el pacto. Si bien Dios no olvida, Dios estaba esperando un mérito propio del pueblo para liberarlos. Seguramente que los descendientes de los patriarcas serían liberados en algún momento, pero esto sería posible solo cuando surja una generación que tenga el mérito de ello.
Lo que Dios le dice a Abraham de que serán esclavizados y la cuarta generación regresará, no debe entenderse como algo fatalista, es decir, así tenía que pasar, ya estaba destinado. El judaísmo no es fatalista. Existe el libre albedrio, y lo que Dios le está diciendo a Abraham, es lo que va a acontecer en el futuro, no es que estaba destinado, sino que Dios conoce todo y entonces le dice lo que cada individuo o generación van a decidir hacer, y por lo tanto Dios ve-sabe que los hijos de Israel se establecerán en Egipto y recién la cuarta generación tendrán suficiente mérito para ser liberados.
Maimónides en la introducción al Pirké Avot escribe acerca del destino y el libre albedrio: 
“No obstante, tú sabes que es algo aceptado dentro de la Torá, que los actos del ser humano dependen únicamente de él. No hay determinismo con respecto a ellos ni tampoco hay una influencia exógena que lo incline hacia las buenas cualidades o hacia las malas; si bien existe la disposición (inclinación) natural en su temperamento, como ya aclaramos, que le hace más fácil o más difícil una conducta; no obstante, (la idea) de que ya está condenado a actuar de tal manera o abstenerse de algo, no existe en absoluto 
Si el ser humano hubiese estado determinado en sus conductas, 
a) No Tendrían sentido  los preceptos de la Torá y sus advertencias, sería toda una gran falacia, ya que no habría libre albedrío en el actuar del ser humano. 
b) Del mismo modo, la postura del determinismo, quita sentido al estudio y la educación, además del aprendizaje de los oficios, ya que todo esto sería vano, pues de todas formas, según esta teoría, el ser humano estaría determinado de modo exógeno según los que sostienen así, a ser atraído a realizar determinado hecho, a adquirir cierto conocimiento e incluso a adquirir conducta ética establecida. 
c) Más aun, la recompensa y el castigo serían una injusticia absoluta, ya sea entre el hombre y su prójimo, como entre Dios con los humanos. Así, acorde con el determinismo, en el caso en que Shimón asesinó a Reubén; si Simón hubiera estado destinado a asesinar a Reubén, y este último destinado a ser asesinado por Simón: ¿por qué Shimón ha de ser castigado? Y ¿cómo es posible que  Dios, Justo y Ecuánime, le castigue por un hecho que estaba determinado a realizar, e incluso si hubiese intentado no hacerlo no hubiera podido? 
d) Asimismo, se anularían además todas las preparaciones: construir viviendas, ahorrar dinero, escaparse en momentos de miedo, y todo lo semejante, porque si se decretó que algo debe ocurrir es imposible que no ocurra. 
Todo esto es una completa mentira, que contradice a la lógica y lo que (en la vida diaria), se percibe además, destruye la teoría de la Torá y atribuye injusticia a Dios, fuera de Él semejante falta.
Con respecto a este tema, nos queda un punto por aclarar, y es la existencia de  algunos pasajes bíblicos en los cuales pareciera que Dios determina la conducta rebelde (de ciertos hombres), forzándolos (a actuar así), esto es absolutamente incorrecto, y es necesario que lo aclarare, pues muchos se han confundido en este punto. Ejemplo de esto es lo que se le dijo a Abraham: “Le dijo a Abram: has de saber que tu simiente será extranjera en una tierra que no les pertenece; los esclavizarán y los torturarán cuatrocientos años” (Gen. 15:13)                           
Han preguntado: ¿Acaso no se expresa aquí que se ha decretado sobre Egipto que esclavizarán a la simiente de Abraham? entonces, ¿por qué los castigó si ellos estaban destinados a esclavizarlos, tal como se había decretado? 
La respuesta, sin embargo, es la siguiente: Esto es similar a que Dios dijese que entre los que nacerán habrá rebeldes y disciplinados, justos y malvados. Esta aseveración no tiene nada de malo, aunque no por esta disposición se hace obligatorio que tal hombre malvado sea malvado, o aquel hombre justo sea justo. Si no que todo aquel que haya escogido ser malvado, lo hizo con su libre albedrío. Si hubiese querido ser justo, lo hubiera sido, sin que nada se lo  impidiese. Asimismo, con el justo, si hubiera querido ser malvado, nada se lo hubiera impedido, pues lo que el santo Bendito Él dijo, no se refiere a cada individuo particularmente, como para que pudiera decir: estoy condenado (a actuar de tal manera), si no que esta afirmación se refiere al conjunto en general, quedando cada hombre en particular con su libre albedrío en forma intacta. Así cada egipcio, que esclavizó y torturó (a los hebreos), si hubiese querido no esclavizarlos (hubiera podido pues) tenía elección para ello ya que Dios no decretó sobre un particular que los esclavizara”
El quinto motivo es que a pesar de que Dios sabe que, si bien ahora no están en el mejor nivel,  Él sabe que esta generación tiene un gran potencial. Comenzaron rezando a Dios todos juntos, como pueblo, algo  que nadie había hecha antes. Es la generación que tiene la capacidad y potencial de recibir la Torá. No nos olvidemos que esta generación es la que va a exclamar a orillas del mar: “Y creyeron en Dios y en Moshé su servidor” y “Este es mi Dios y lo alabaré”; en el monte Sinaí dijeron: “Haremos y obedeceremos” 
De todo esto, Dios ve que ellos se quieren acercar, entonces Él los ayuda y les da más preceptos; como ser sacrificar a los dioses egipcios, de esta manera estarán renegando de esa idolatría y demostrarían no temer a los idolatras y además de todo esto el pueblo cree a Moshé como enviado de Dios, entonces ahora sí ya están en el nivel de merecer ser liberados. 
Dios los ayuda y ellos aceptan y se esfuerzan. En  el futuro, cuando a pesar de tener la posibilidad y Dios ayudarlos (por medio de los preceptos y los milagros del desierto) ellos no aprovechan y decidan hacer algo malo, entonces en ese momento también serán juzgados y tendrán su castigo.
El sexto punto dice: “Vio Dios y supo” cuando dice que supo, se refiere a algo que no se ve a primera vista, el midrash dice que se refiere a que hicieron Teshuvá -se arrepintieron-, es decir, Dios vio que en sus corazones ellos estaban haciendo Teshuvá de la idolatría.
 Otro midrash nos cuenta 4 aspectos positivos que el pueblo de Israel conservó y gracias a ellos fueron liberados:
1. No cambiaron sus nombres, es decir mantuvieron los nombres en hebreo. Entró Yaacob y salió Yaacob, no Jack. Entró Shimón y salió Shimón no Juan.
2. No cambiaron el idioma, mantuvieron el hebreo, es por eso que dice: "el Dios de los Hebreos", "las parturientas hebreas", todos sabían que ellos eran hebreos.
3. No se asimilaron, no se casaron con egipcios, solo hubo un caso y la Torá lo recalca.
4. Sabían guardar los secretos, no eran delatores, ejemplo de esto es que desde el primer momento Moshé  les dice a los ancianos que van a salir de Egipto, y el faraón nunca se enteró de que se iban definitivamente.
El denominador común entre estos cuatro puntos, es que estos cuatro aspectos tienen que ver con la identidad de un pueblo. Son cosas que el pueblo se cuida de hacer para conservar su identificación, su tradición y predomina el bien del pueblo por sobre el bien personal de ir a delatar y beneficiarse como individuo mientras se perjudica a todo el pueblo.
El séptimo y  último punto, es que en Shemot 4:31 dice que el pueblo creyó en lo que dijo Moshé, escucharon que Dios recordó al pueblo de Israel (sabían de la tradición de que serían  redimidos) Vieron que Dios sabía de sus sufrimientos, se prosternaron y agradecieron a Dios. (Se sometieron a Dios en forma absoluta)
En resumen, por más que se habían inclinado a la idolatría no se habían olvidado de Dios.
Como dice el Shir Hashirim: “Ani ieshena velibi er” “Yo estaba dormida, mas mi corazón estaba despierto” se refiera a que por más desviada que se encuentre un alma alejada, siempre tiene una chispa que es la que se mantiene encendida y puede encender la llama de su judaísmo nuevamente.
 

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