Libertad moral en cuestiones del cuerpo

Libertad moral en cuestiones del cuerpo

Los asuntos sublimes del futuro de la persona: el matrimonio, el hogar y la familia, de los que también depende la existencia del Estado, precisamente están basados en procesos fisiológicos, que están en el campo de lo corpóreo falto de libertad. Por ende, se torna imperioso llevarlos al ámbito de la libertad moral.

El capítulo 15 en el libro Vaikrá hace referencia a las impurezas que emanan del cuerpo humano. El común denominador de los estados corporales abordados en el capítulo, es el vínculo con el aspecto sexual de la esencia de la persona y su propósito.

El Rabino Hirsch, en su comentario del versículo 31, aborda la raíz “NZR” que aparece en el mandamiento dirigido a Moshé y a Aharón: “Y habrá de separar a los hijos de Israel de su impureza“(Versículo 31). Acorde a su enfoque, la raíz “NZR” significa   Jishuj, aislado. El pueblo debe aislarse de toda impureza y en especial de la impureza proveniente de estados corpóreos de la persona, lo que requiere un autocontrol moral. El objetivo del aislamiento como meta de todas las leyes de impureza, es la de conducir a la persona hacia la libertad moral conocida por el autocontrol.

No obstante el precepto de abstinencia de la impureza,no fue directamente dirigido al pueblo; ya que no fue dicho: “Vainazru bnei isral mitumatam”; sino que fue encomendada a Moshé y a Aharón en un llamamiento para llevar al pueblo a la abstinencia de toda impureza por medio de la enseñanza y la educación. Pues de hecho toda la misión de Moshé y Aharón está relacionada con el estudio y la acción y la educación hacia ambos elementos depende de la preservación de la conciencia de la purificación. Es por ello que este precepto fue fundamentado con estas palabras: “para que no mueran con su impureza, al mancillar ellos Mi Tabernáculo, que está entre ellos” (Versículo 31). El cuidado de cada una de las leyes de impureza conecta a cada individuo del pueblo, del primero al último, con el Tabernáculo de Dios, donde se revela la Divinidad. Cada una de las leyes de impureza le está manifestando a cada miembro del pueblo de Israel: Dios no mora solamente con “Moshé y Aharón” en la franja superior espiritual y sacerdotal; sino que Dios mora “dentro de ellos”, en el seno de los hijos de Israel, y liberarse de cualquier impureza es un primer mandamiento impuesto a cada individuo. Porque Dios fija su morada dentro del pueblo; al cual le encomendó funciones, que solamente pueden llevarse a cabo sobre la base de la pureza, es decir: sobre la base de la libertad moral.

Los asuntos sublimes del futuro de la persona: el matrimonio, el hogar y la familia, de los cuales también depende la existencia del Estado, precisamente ellos están basados en procesos fisiológicos, que están en el ámbito corpóreo carente de libertad. Por ello es imperioso llevarlos al campo de la libertad moral; deben tener cuidado de cualquier error, que conduce a la herejía en la libertad moral del hombre. Las cosas están claras al nacer, que la naturaleza fisiológica de las misma está visible; pero su poder también es hermoso en los aspectos sexuales.

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