La presencia Divina en el Cielo, no en el Templo

La presencia Divina en el Cielo, no en el Templo

Tras haber impuesto tantos tributos, haber tomado esclavos y haber invertido sumas siderales para la construcción de la Casa de Dios, Shlomó se haya en la ceremonia inaugural tan anhelada y declara: amigos, en realidad, Él no mora precisamente aquí…

En su plegaria, Shlomó expresa lo que ya conocemos de los conceptos de Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria: “Él Bendito Sea es el sitio del mundo, pero elm undo no es Su sitio” (Bereshit Raba, Vaietze). Dios libre y guarde, Dios no está conformado por materia, ni ingresa en un lugar. Pues entonces, ¿cuál es el sentido de esta construcción recientemente finalizada por Shlomó con mucho esfuerzo? Shlomó no responde diciendo que Dios redujo Su presencia Divina o se reveló con toda Su gloria en la Casa, sino que la Casa de Dios es el espacio adecuado para la plegaria a Dios y el centro de Su protección al mundo.

En su plegaria, Shlomó enfatiza: “entonces desde el esti, asiento de Tu habitación, oye Tú su oración y su súplica” (Capítulo 8, versículo 49).

Si Shlomó hubiera compartido su discurso antes de este evento festivo con cualquier asesor en materia de comunicación, seguramente éste le hubiera aconsejado dejar las reflexiones teologicas para un ensayo filosófico que escribirá en el final de sus días, y no mencionarlas en el evento festivo de la inauguración de la Casa de Dios. Imagínense: Tras haber impuesto tantos tributos, haber tomado esclavos y haber invertido sumas siderales para la construcción de la Casa de Dios, Shlomó se haya en la ceremonia inaugural tan anhelada y declara: amigos, en realidad, Él no mora precisamente aquí…

No cabe duda de arribar a la conclusión de que Shlomó buscó agudizar el estatus del Beit Hamikdash como el lugar en el que se posan los ojos de Dios y hacia donde se dirigen las plegarias del pueblo, y no como Su lugar de residencia, precisamente, en el acto de inauguración. Es justamente en este acto constitutivodonde Shlomó duda acerca de lo que puede llegar a interpretarse de la construcción de la Casa y de la revelación masiva en la ceremonia de su inauguración y se supone que su plegaria evita el peligro de la concepción contraria, según la cual, la Casa es realmente el sitio de Dios.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”

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