La función de la sal

La función de la sal

La Torá ordena agregar sal a las a las Menajot (oblaciones) y a los sacrificios. Hay quienes explicaron dicho mandamiento argumentando que la sal agrega sabor a la comida y no debe entregarse a Dios una ofrenda sosa. Además, por su naturaleza, la sal simboliza la preservación por un lapso de tiempo prolongado del pacto acordado entre el hombre y Dios, al traer la ofrenda.

Tras detallar las clases de las diversas Menajot, figura el mandamiento de agregar sal a las distintas Menajot y ofrendas: “y toda oblación tuya que acerques como sacrificio, con sal sazonarás, y no omitirás sal, pacto de tu Dios, de sobre tu oblación. Sobre todo sacrificio tuyo ofrecerás sal” (Versículo 13). ¿Cuál es el sentido de dicho mandamiento? De acuerdo a un criterio, que aparece mencionado por Abraham Ibn Ezra y otros comentaristas, el agregado de sal tiene como propósito darle sabor a la ofrenda: “que no lo ofrendes en forma sosa y no sea consumida, ya que es un modo vergonzoso”

No obstante puede argumentarse algo diferente que se centra en el término “la sal del pacto con tu Dios”. Una expresión similar figura en el libro Bamidbar (Capítulo 18, versículo 19) en relación a los regalos de los Cohanim(Sacerdotes): “Todas las ofrendas sacras que ofrezcan los hijos de Israel ante El Señor, te las he dado a ti, y a tus hijos y a tus hijas junto a ti, ley perpetua, pacto concertado para la eternidad es para ti” según el contexto allí parece que el concepto “Britmelaj” significa un pacto eterno. La sal es elegida a fin de simbolizar el pacto eterno o porque la sal es un producto que preserva la comida por un tiempo prolongado o porque la misma sal es un alimento que se conserva por un tiempo largo.

En el Midrash PsiktaZutarta, Bamidbar, parshá (sección) de Koraj,  hay una expresión que alude a la función de la sal: “Pacto eterno es”. El texto refiere a un pacto con Aharón, un pacto eterno con el elemento sano que no se echa a perder ni despide mal olor sino que además cura a los otros”.

A la luz de ello parece que éste es el significado del mandamiento que ordena agregar sal a las oblaciones y ofrendas. Una persona que trae una ofrenda a Dios, en cierta forma, renueva el pacto con Él y esta renovación requiere de la sal que simboliza la preservación del pacto a lo largo del tiempo.

 

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