La bendición de Aharón

La bendición de Aharón

A pesar de que la bendición de Aharón recuerda a la bendición diaria de los Cohanim, en este contexto adopta significados adicionales.

“Alzó Aharón sus manos hacia el pueblo y los bendijo y descendió de preparar el Jatat y el holocausto y el sacrificio Shelamím”

En referencia a este versículo Rashi cita los conceptos del Midrash que explican que se trata de la bendición de los Cohanim. Como es sabido, la bendición de los Cohanim es acompañada por la elevación de las manos de los Cohanim, y por ello es natural relacionar la bendición de Aharón en la cual alza sus manos para la bendición de los Cohanim. Pero, ¿acaso esta bendición tiene un significado adicional?

También en un evento en cierta forma paralelo a nuestro capítulo-la inauguración del Beit Hamikdash (Gran Templo) (Melajim I, capítulo 8, versículos 22-61), está descripto que Shlomó extiende sus manos hacia Dios en la plegaria, y mientras alza sus manos, gira hacia el pueblo y lo bendice (Melajim I, capítulo 8, versículos 54-55). Aparentemente puede realizarse un paralelismo entre esta bendición y la de Aharón, y la extensión de las manos con la elevación de las mismas.

El paralelismo entre ambas bendiciones se refuerza aún más en el libro Divrei Haiamim (Crónicas 2, capítulo 30) donde es mencionada una descripción de la festividad de Pesaj en la época de Jizkiahu y los siete días posteriores de alegría y agradecimiento a Dios. En ese mismo evento hay una comparación explícita a la alegría de Shlomó: “Hubo entonces gran regocijo en Ierushalaim; porque desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Ierushalaim” (Versículo 26), y aparentemente hace referencia a la inauguración del Beit Hamikdash. Y también allí, finalmente, es citada una bendición para todos los asistentes, de boca de los Cohanim: “Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo…”

Resulta posible comparar lostres escenarios. Así como en la inauguración del Mishkán (Tabernáculo), también aquí en la inauguración de la casa de Dios-Shlomó, al concluir la construcción del Gran Templo, y Jizkiahu en la renovación de la Alianza tras el abandono y la profanación del Mishkán.

Entonces, es posible inferir que hay una cuestión de que en el final del acto de inauguración de un Templo, se bendecirá al pueblo y elevarán una plegaria para que las mismas sean recibidas, y éste es un elemento adicional del sentido que tiene aquí la bendición de Aharón.

Con ello, la expresión aquí utilizada-“extensión de las manos”-es diferente de “elevación de las manos” que figura en Vaikrá. Y de hecho, la acción de alzar las manos posee un aspecto mucho más amplio.

Si evaluamos el término “elevación de la mano” en el Tanaj, pues encontraremos que en numerosos sitios expresa un juramento o promesa de Dios, y el ejemplo más saliente es el versículo de la Parshá Haazinu: “Pues alzo hacia el cielo Mi mano y digo: Eterno Soy Yo para siempre”

De acuerdo al contexto de nuestro episodio resulta que también aquí se trata de una promesa-que la Divinidad permanecerá en el Mishkán.

Entonces, la bendición de Aharón tiene tres componentes-una bendición al pueblo, una plegaria a fin de que las plegarias sean recibidas, y la promesa de que Dios morará dentro de nosotros.

Los referentes que escriben en esta sección son miembros de la organización "Najat"-"Noar Jovev Tanaj" ("Juventud amante del Tanaj"), sede del estudio del Tanaj para los jóvenes.

 

Volver al capítulo