La última misión

La última misión

Hemos comenzado un nuevo libro, pero los capítulos de Eliahu y su lucha contra la dinastía de Ajav, prosiguen también en nuestro capítulo. Aquí concluirá la trayectoria y la misión de Eliahu.

La división del libro Melajim, Reyes, en dos libros, carece de sentido, y la misma, no se origina en el judaísmo. Los capítulos de Eliahu se extienden a los capítulos de Elishá, y hay pasajes de los reyes integrados a ellos.

Tras la muerte de Ajav, desapareció también la maravillosa relación entre Ajav y Eliahu, y la alienación predominaba en las relaciones entre los profetas y los hijos de Izével. Ajaziahu envió mensajeros a consultar al Baal (aparentemente), dios de Ekrón, si es que habrá de curarse de la herida (de la que finalmente morirá), y la profecía denominó burlonamente al dios “Baal Zvuv” (versículos 2-3, 6, 16) en lugar de “Baal Zvul” (dios). Ajaziahu es tal vez el nombre que le dio su padre, pero la conciencia la recibió de su madre, y por cierto, el nombre “Ajazevel” le resulta más adecuado.

Algo similar habrá de acontecer en Iehudá con “Ajaz hijo de Iotam hijo de Uziahu” (Yeshaiahu capítulo 7, versículo 1), que permitió el acceso del paganismo a Ierushalaim, y aparentemente, eliminó de su nombre la connotación de Dios (“Ajaziahu-Ajaz”).

Un ángel de Dios envió a Eliahu al encuentro de Ajaziá, y Eliahu-el buscado y perseguido-quedó expuesto: “Un varón con vestido de pelo y que traía un cinto de cuero ceñido a sus lomos” (versículo 8), y de inmediato fueron enviados un capitán con 50 hombres para detenerlo. Resulta totalmente claro, que la intención del rey era la de matarlo, conforme a la orden de su madre Izevel, y una vez más Dios lo ayuda a Eliahu y descendió un fuego del cielo, dos veces. El fuego, que volvió a salvar al profeta, en esta ocasión, consumió a dos unidades militares, 50 y otros 50, 100 soldados del ejército de Ajav (Como se mencionara, Avadiahu escondió a 100 de los profetas de Dios en dos cuevas, a fin de salvarlos de Izevel).

Aquí concluirá la trayectoria y la misión de Eliahu-Dios no quería más el desarrollo de una guerra profética fanática contra la Casa de Ajav del estilo “fuego del Cielo” (versículos 10-12, 14) que consume personas, y Eliahu ascenderá con “un carro de fuego con caballos de fuego... en un torbellino al Cielo” (Capítulo 2, versículo 11). Cuando 50 hombres de “los discípulos de los profetas” se pararon y divisaron “desde lejos” (versículo 7), y 50 “hombres fuertes” irán a buscar a Eliahu “tres días” (versículo 16).

Cortesía sitio 929

 

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