Hataj, el mediador persa y su desaparición

Hataj, el mediador persa y su desaparición

En la primera parte de la conversación entre Mordejai y Ester, encontramos a Hataj, el mediador persa, pero en forma sorpresiva, él desaparece en el transcurso de la conversación. ¿Cuál es el significado de su desaparición? 

Hataj representa las normas del palacio, es el “eunuco del rey”, que Ajashverosh le concedió a Ester para su servicio. En la primera fase (versículos 5-12), en los cuales Hataj es mencionado repetidamente, Ester y Mordejai se hallan en una “conversación persa-shushani”, Hataj permite la comunicación entre ambos referentes. La comunicación entre ellos pasa por un canal persa. Y sin embargo, en la primera fase de la conversación, no hay nada que distinga a Mordejai y Ester de otras  personas, sea cual fuere su identidad. Mordejai quería aprovechar sus vínculos en el palacio y Ester, por su parte, temía por su vida. 

En la segunda fase (versículos 13-17) la conversación pasa totalmente a otro nivel. Por su parte, Mordejai menciona, aún si es en forma alusiva, la Providencia Divina sobre su pueblo: “surgirá alivio y liberación para los judíos de algún otro lugar“(14), y además hace referencia al destino de la persona: “y quién sabe si no fue para ocasión como ésta que tú has llegado al reino“(14). También Ester pasa a otro nivel, que es desconocido por las normas del palacio. En total contraste con todos los banquetes que colman el relato de Ester, Ester decreta un ayuno: “y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día, yo también y mis doncellas ayunaremos del mismo modo“(16). En esta instancia de la conversación, Ester menciona públicamente su desentendimiento de las leyes de Persia: “y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley“(16). Estos conceptos dan cuenta de un notable cambio anímico, ya que en la primera fase de la conversación, Ester temía por presentarse ante el rey sin autorización y por la ley persa de “una sola es la ley respecto de él, a saber, que sea muerto“(11).  

Y además, Ester expresa a través de sus palabras su entrega total y su disposición a poner en riesgo su vida por el pueblo: “y si perezco, que perezca‘(16). 

La desaparición de Hataj en este tramo de la conversación, manifiesta la desaparición de las normas en el palacio persa. El eunuco del rey no puede oficiar como mediador entre los dos protagonistas, cuando pasaron a una conversación judía interna. En forma retórica,  puede decirse que ¡los temas que surgieron en la conversación no pueden ser traducidos al persa! Hataj no lo comprenderá, y por consiguiente las palabras de los protagonistas son escuchadas aparentemente de la boca de Mordejai al oído de Ester y de la boca de Ester a oídos de Mordejai, sin intermediario alguno. 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Gentileza del sitio VBM dela Academia Rabínica Har Etzion.

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