A veces existe la necesidad de una expiación inmediata, antes de que sea demasiado tarde, y no se puede esperar hasta Iom Kipur.
¿Por qué querrá Aharón ingresar al Santuario “en todo momento”? en un Midrash de Jaza”l (nuestros Sabios de Bendita Memoria) (Vaikrá Raba Parshá 21, 6) está citado: “en todo momento que él desea ingresar, ingresará, sólo que lo haga acorde a este orden”. Esta frase fue explicada por el Rabino M. Breuer como un ingreso “Para contemplar la agradabilidad de Dios y para visitar su Santuario” (Pirkei Mikraot, Alon Shvut 5769, página 285), pero a mi modesto entender no puede explicarse de ese modo en el capítulo ni tampoco en el Midrash.
“Después de la muerte de los dos hijos de Aharón” (Versículo 1), Aharón debe cuidar la custodia del Santuario, y su vida y la de sus otros hijos, y si llegara a sentir necesidad de expiar por el santuario, o por sí mismo o su familia por cualquier motivo, por temor al pecado, no se le puede decir que aguarde hasta Iom Kipur.
En la Parshá Koraj (Bamidbar, capítulo 17, versículos 11-13) Moshé le dirá a Aharón que tome una vara con fuego e incienso (al igual que la acción realizada por sus hijos), y corra hacia afuera donde se desarrollaba la epidemia. Aharón corrió, se paró “entre los muertos y los vivos” y detuvo la epidemia. El motivo para ingresar “en todo momento” que lo desee es la necesidad urgente de expiación inmediata, antes de que estallara la epidemia, y los factores de la epidemias en el desierto eran múltiples, y amenazantes “en todo momento”
Y aquí encontramos la principal innovación en el orden del servicio (y para las generaciones, en Iom Kipur), que viene a expiar por los pecados cometidos intencionalmente y que pueden llegar a provocar una desgracia-la expiación del pecado sin intención siempre es realizada en el altar, y no requiere de un particular orden del servicio-¿pero en lo concerniente a los cometidos intencionalmente? ¿Cómo es posible expiarlos? Si por un pecado intencional, debe ser castigado!
Las transgresiones y las faltas cometidas involuntariamente con una confesión especial, serán cargadas a la cabeza del chivo vivo que no será sacrificado-ya que por actos de rebeldía no se trae un sacrificio-y serán enviadas a “Azazel (una especie de monte alto en el desierto. El concepto alude a un lugar distante donde la gente pueda llevar sus pecados) en el desierto” (Capítulo 10, versículos 21-22)-esta es la pequeña esperanza que se vislumbra ante la desgracia, y es el origen de la gran emoción del día de Iom Kipur, hasta la actualidad.
Gentileza del sitio 929.