Euforia militar

Euforia militar

Encontré en el Tanaj un reflejo fiel de la atmósfera de nuestro fracaso en vísperas de la guerra que estalló en Yom Kipur: los líderes actuaron de acuerdo con la opinión equivocada del jefe de inteligencia en una atmósfera de euforia.

¿Por qué se consideró el engaño de Ajan con el botin de Yerijo como si todos los israelitas hubieran pecada, y Dios le dijo a Yehoshua: "El pecado de Israel" (11)?
Esta pregunta me ocupó cuando estuve en la ciudad de Suez (aledaña al canal con el mismo nombre) durante unos 4 meses al final de la guerra de Yom Kippur, y allí escribí un artículo contra el 'botín de guerra en Israel'.

Los espías que Yehoshua envió a Hai subestimaron al pequeño enemigo, no entendieron la ventaja de las fortificaciones y las condiciones del área aislada, y a diferencia de los espías en Yerijo no mencionaron el nombre de Dios. Esto significa que la euforia de los vencedores prevaleció en todo el campamento israelí después de la caída de los muros de Yerijo, y no juzgaron la situación de una manera  cuidadosa y responsable; Yehoshua aceptó sin cuestionar el informe arrogante y erróneo y actuó en consecuencia.

La euforia se convirtió en depresión, "y el corazón del pueblo se derritió y se convirtió en agua" (5), y las palabras de Yehoshua son impactantes (7-9).
Encontré en el Tanaj un reflejo fiel de la atmósfera de nuestro fracaso en vísperas de la guerra que estalló en Yom Kipur: los líderes actuaron de acuerdo con la opinión equivocada del jefe de inteligencia en una atmósfera de euforia, y los fracasos militares al inicio de la campaña se convirtió en una depresión general.

Así fue como me quedó claro que el acto de Ajan reflejaba una atmósfera general en el campamento israelí. Tomar botín en la guerra significa el fin de los combates, la ruptura de la disciplina militar y moral y un grave peligro.

Si tan solo Ajan fuera la causa del fracaso, los mismos 3000 guerreros  (que un primer combate se escaparon) deberían haber sido enviados a Hai nuevamente después de su juicio y ejecución. Pero Dios le dijo a Yehoshua - "Toma contigo a todo el pueblo de la guerra y levántate sobre el monte..." (8:1) - Yehoshua tuvo que hacer las paces, ir él mismo y liderar la lucha con sólo 30 mil personas colocando una emboscada, para convertir el primer fracaso en victoria.

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