El que maldijo

El que maldijo


Y salió de entre los hijos de Israel el hijo de una mujer Israelí, el cual era hijo de un hombre Egipcio, y pelearon en el campamento, el hijo de la mujer Israelí con un hombre israelí. E injurió el hijo de la mujer Israelí, a Dios, y lo maldijo. Y lo trajeron ante Moshé. Y el nombre de su madre era Shelomit bat Dibrí,  de la tribu de Dan. Y lo pusieron en la cárcel hasta que les fuese declarado por parte del Eterno, (qué hacer con él) Entonces el Señor habló a Moshé diciendo: Saca al que maldijo fuera del campamento y todos los que lo oyeron pondrán sus manos sobre la cabeza de él y será apedreado por toda la congregación. Y a los hijos de Israel les dirás: Cualquier varón que maldijese a su Dios, cargará con su transgresión. El que maldiga el Nombre de Dios, morir morirá, toda la congregación lo apedreará, tanto el extranjero como el ciudadano, si maldice el Nombre de Dios, morirá. Así mismo el hombre que hiriere de muerte a cualquier persona, morir morirá… 
Y habló Moshé a los hijos de Israel y sacaron al que maldijo fuera del campamento y lo apedrearon con piedras, y los hijos de Israel hicieron tal como Dios le había ordenado a Moshé.
Preguntas:
• ¿Por qué nos menciona el nombre de la madre y no el nombre del que maldijo?
• ¿Qué  me agrega saber a qué tribu pertenecía este individuo?
• ¿Por qué me dice que este individuo estaba dentro de los hijos de Israel? La única vez que vuelve a figurar este término (mitoj Bene Israel) es cuando dice “Seré santificado dentro de los hijos de Israel” 
• ¿Para qué había que esperar el veredicto de Dios? ¿Acaso no sabían cuál era la pena? 
• ¿Para qué lo sacan fuera del campamento?
• ¿Qué quiere decir que cargará con su culpa?
• Si el converso es considerado como un judío ¿Para qué me dice que era un converso, qué me agrega este detalle? 
• ¿Para qué se extiende tanto en este relato? Nos lo podría haber contado en uno o dos versículos.
• ¿Por qué  junto con este tema del que maldice nos menciona también la pena para el que asesina?
Respuestas 
La Torá nos habla de distintos tipos de maldiciones:
• El que maldice a los jueces o a Dios.
• El que maldice al príncipe (o gobernante)
• El que maldice a un sabio.
• El que maldice a sus padres.
• El que maldice al sordo.

De este último tipo de maldición, aprendemos que el motivo de no maldecir, no es solo por el honor de la persona que está escuchando esa maldición, sino que se trata de un acto malo de por sí, que tiene incluido en él el sentimiento de odio, venganza y maldad.
Volviendo a nuestro caso: ¿Qué es lo que realmente pasó allí?
Lo primero que notamos es que este individuo que maldijo, no era considerado judío, pues la Torá nos dice que era hijo de una judía y no nos dice que él era judío. Otra prueba es que nos dice que el hijo de la judía maldijo a otro judío. Vemos que deliberadamente la Torá evita denominar judío a ese individuo.
También podemos concluir que se trataba de un adulto y no un niño, la prueba es que se lo castiga y sabemos que la Torá no castiga  a aquellos que son menores.
Nos dice que su padre era egipcio, es decir era converso, salió con ellos de Egipto y participó en el monte Sinai y allí al aceptar la Torá se convirtió al judaísmo. 
La pregunta sería entonces: Si se convirtió, ¿Por qué lo seguimos llamando: Egipcio? Lo seguimos llamando Egipcio, porque un egipcio que se convierte, si bien recaen sobre él todos los preceptos obligaciones y beneficios del judaísmo, todavía no puede formar parte de la congregación de Israel,  sino hasta la tercera generación, es decir no se puede casar con una judía, sino con una conversa, sus nietos recién podrán casarse con una judía. 
¿Cómo es posible entonces que un egipcio converso se case con una judía y tenga hijos? En este caso, ellos ya estaban casados desde antes de saber que estaba prohibido, por eso es que tuvieron hijos.  No obstante, a partir de ahora, el hijo es considerado la segunda generación, él también quiso casarse con una judía, pero a él no lo dejaron, ya que ahora ya fue entregada la Torá y ya había entrado en vigor esa prohibición. Entonces comenzó la pelea, fueron al tribunal que también dictaminó en contra de él y entonces salió maldiciendo.
¿Por qué es necesario esperar hasta la tercera generación para poder casarse con una judía? El motivo es que las malas cualidades no desaparecen en los hijos. Este es un ejemplo tangible de ello, pues la maldición era algo muy normal en el hijo del egipcio.
El pueblo de Israel se comportó apropiadamente, cuando le impidió al hijo de la Israelí casarse, el pueblo actuó tal como Dios les encomendó.  
A pesar que este individuo agredió y pegó, no fueron todos detrás de él para lincharlo, sino que lo atraparon, lo llevaron al tribunal, es decir, no tomaron la ley en sus manos.
Vemos que lo llevan fuera del campamento, ¿para qué? Pues con la manera de hablar vemos que este hijo del egipcio está fuera del pueblo en forma espiritual, entonces también estará fuera en forma física. Maldecir como lo hizo este individuo era algo muy despreciable para el pueblo.
La Torá no tiene reparos en decirnos a qué tribu pertenecía, pues a pesar de que la tribu de Dan no era una de las tribus que más se destacaba por su grandeza y “religiosidad”, a pesar de eso, no permanecieron indiferentes, actuaron y no dejaron pasar el incidente.
La Torá nos aclara que el converso tiene la misma pena que se le otorga a un judío de nacimiento, esto es algo que ya sabemos, todo el que se convierte pasa a ser como el resto de los judíos, pero en este caso los jueces tenían dudas si era considerado judío o no.
Si el que maldice a Dios lo hace sin testigos, entonces su alma cargaba con la pena, es decir, Dios se ocupa del castigo. Pero si ocurre delante de testigos que pueden atestiguar lo que dijo, entonces son los jueces los que se encargan del castigo: Pena capital. Es por eso que el versículo  nos dice: “El hombre que maldiga a su Dios, cargará con la culpa” y en seguida nos dice “El que maldiga el Nombre del Eterno, morir, morirá” Un versículo  se refiere a cuando no hay testigos y el otro a cuando si hay testigos.
Después que se ejecutaba la pena, se lo colgaba pero por poco tiempo, pues por otro lado tenemos un versículo  de no dejar colgado a un condenado hasta la tarde: “Maldición de Dios es el colgado”  Esto se puede entender también, como que al dejarlo colgado, esto va  a causar que la gente hable más y se pregunte: por qué esta colgado y entonces otro, para explicarle, le va a repetir la maldición que dijo. 
Otro motivo tiene que ver con que Dios creó al ser humano a imagen y semejanza, por lo tanto que permanezca colgado, es un desprecio a su estatus de ser creado a imagen y semejanza.
¿Por qué  Dios junto con este tema del que maldice nos nombra también la pena para el que asesina?
La relación entre estos dos casos, es que así como el que mata a otro ser humano está despreciando la imagen Divina con la que ese individuo fue creado, igualmente el que  maldice, está despreciando la imagen divina con la que fue creado el ser humano, ¿Cómo? Una de las cosas más claras que nos diferencian de los animales es la capacidad del habla que tiene el género humano y esa supremacía la está utilizando para mal y en contra de Dios, o sea es muy mal agradecido.
En resumen, el que maldice a Dios hace tres cosas malas: 1) Utiliza una de las cualidades más supremas del ser humano para cosas bajas, 2) Es mal agradecido y 3) Reniega de Dios. Es por eso que se lo cuelga, pues nos referimos a este individuo de forma tal que la imagen Divina con la que él fue creado, fue en vano y no quedó nada se ella en él.
De esto vemos que todo aquel que no respeta o estima a su prójimo en cierta manera está despreciando también a Dios, que lo creó a Su imagen y semejanza (salvo en casos especiales, que la misma Torá nos recalca que el que actúa de determinada manera, Dios mismo lo desprecia)
¿Por qué todo este suceso es relatado aquí? Todo el contexto de este Parashá se refiere a cosas de Kedusha (santidad) y lo contrario a esto es  profanar el Nombre de Dios, es decir hacer profano algo santo y elevado. Maldecir a Dios, es algo muy grave porque desprecia lo más sagrado, lo que la Torá considera elevado, él lo hace bajo. En hebreo el término “Klalá” (maldición) viene de “Kal” (leve) es decir, algo que es grave, para él es leve.
¿Cómo es que se llegó a esto? Se llegó a esto, porque  la madre se casó con un egipcio. La Torá nos advierte  de no hacer todas aquellas cosas malas que hacían los egipcios, todas esas cosas están detalladas en las parashot  Ajaré Mot y Kedoshim. En la Parashá Emor viene a hablarnos de ser santos pues estamos frente a Dios. 
Es por eso que dice: “Me santificaré dentro de los hijos de Israel” y este individuo hace justamente lo contrario y lo hace “dentro del pueblo de los hijos de Israel”
Este individuo fue 1) Desvergonzado, 2) violento, 3) Mal hablado, 4) Despreció a Dios, 5) Renegó de Dios.
Todas estas cosas eran típicas de la sociedad egipcia, es por eso que la Torá nos da tantos detalles de este suceso.
Ejemplo de ello lo vemos en el Faraón que era la cabeza de la civilización egipcia, fue mal agradecido, desconoció lo que Yosef hizo cuando salvo a todo Egipto del hambre.
Hablaba con falta de respeto, arrogancia: cuando Moshé le hablaba en nombre de Dios, el faraón le respondió: -¿Quién es Dios para que yo le obedezca? ¡No pienso enviar a los hijos de Israel! También fue cruel y violento, mandó a matar a todos los bebes recién nacidos. 
 

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