El fracaso de Noaj

El fracaso de Noaj

¿Por qué Jazal (nuestros Sabios de Bendita Memoria) minimizan la imagen de Noaj, quien es presentado en la Torá como “Tzadik tamim”-Justo íntegro? Aparentemente el relato de su embriaguez es la clave para comprender el fracaso de Noaj.

Noaj es descripto en la Torá como como un “Tzadik Tamim”- Justo íntegro, y a pesar de ello Jazal lo critican y minimizan su imagen.

Al parecer, fue el relato de la embriaguez de Noaj el que provocó que Jazal minimizaran la imagen de Noaj previa al diluvio. Jazal evaluaron, que si Noaj llegó a comportarse de esa manera, aparentemente no era un gran Tzadik-Justo, tampoco antes del diluvio.

Intentaremos analizar las causas de la caída de Noaj. Antes del diluvio Noaj vivió en un ámbito corrupto y malvado. El mundo entero estaba inmerso en la violencia y el incesto, y sin embargo Noaj logró mantenerse Tzadik- Justo y no ser influenciado por su entorno. Noaj discutió abiertamente con su congéneres, que no creían que el diluvio vendría, y continuó apegándose a sus ideas. Saber que tenía una opinión excepcional y particular sólo le permitió tomar conciencia de su misión y compromiso, y le ayudó a cuidarse de  las presiones del medio ambiente y distinguir  entre el bien y el mal.

Sin embargo, después del diluvio la situación era totalmente diferente. Noaj no era alguien excepcional, sino que era el único. Tenía ante sí la venerable misión de restaurar el mundo. No se requería elegir entre el bien y el mal, sino elegir entre el bien y el bien. Muchas cosas requerían de una reconstrucción y era necesario definir un orden de prioridades, y decidir qué hacer antes y qué después, y cuál es la forma adecuada para volver a poblar el mundo. Aquí, Noaj se enfrentó consigo mismo, y en ese enfrentamiento, perdió. En lugar de construir los elementos más básicos, plantó un viñedo y se emborrachó.

Es sumamente significativo que la caída de Noaj estuvo relacionada, precisamente (justamente) con el vino. El vino tiene dos caras: por un lado, alegra el corazón de la persona, y permite una elevación espiritual. No es casual que se vertía el vino justamente sobre el altar. Por otra parte, el vino puede provocar la pérdida del control e imagen humana, derivar en una conducta negligente que derive en el pecado. Todo depende de la dosis del consumo. Al beber vino, el hombre debe fijarse límites y saber cuándo dejar de beber, y en esa misión Noaj fracasó.

En la literatura medieval Noaj es descripto como una figura cómica, sin embargo, en realidad, el relato de Noaj es de lo más trágico: un hombre que enfrentó valientemente a sus congéneres y pudo con ellos, no logró triunfar en la lucha consigo mismo. Un hombre que se impuso a todo el mundo, se rindió ante la botella y la gota amarga.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

El Rab Aharon Lichtenstein Z”l-1933-2015. Fue un destacado referente de la Ortodoxia moderna y RoshYeshiva de La Yeshivat Hesder “Har Etzion”.

 

Volver al capítulo