Duelo – Santidad del Cohen

Duelo – Santidad del Cohen

 “Y Dijo el Eterno a Moshé: habla a los cohanim hijos de Aarón y diles a ellos que no se impurifiquen por ningún  muerto de vuestro pueblo. Pero por su pariente cercano: por su madre, por su padre, por su hermano o por su hijo o por su hermano, o por su hermana cercana  que fuera virgen, la cual no haya tenido marido, por ellos se impurificará… 
No se rasurarán la cabeza ni se recortará los bordes de su barba ni se harán heridas en su cuerpo, santos serán para su Dios y no profanarán su Nombre.  
(Los cohanim) No tomarán por mujer a una prostituta ni a una mujer divorciada.
Preguntas:
• ¿Cuál es el tema central de este párrafo?
• ¿Acaso el tema es por quién debe guardar duelo el Cohen?
• ¿Cuál es el orden de los familiares que cita?
• Debería aparecer primero el padre y luego la madre.
• ¿Por qué un cohen que se acerca a un muerto se está profanando?
• ¿Por qué un cohen no puede casarse con una mujer divorciada?
• ¿Qué quiere decir: Porque Yo soy el Señor que los santifica? ¿Cómo y por qué los santifica?
• ¿Por qué comienza la Parashá con este tema?
• ¿Por qué no está escrito que debe impurificarse por la muerte de su esposa?
• ¿Por qué la Torá advierte sobre estas costumbres? (rasurarse, hacerse heridas, etc.)
• ¿Por qué luego del tema del duelo del cohen, enseguida detalla cuales son las mujeres prohibidas para él?
• ¿Por qué le están prohibidas estas mujeres y no otras?
• ¿Cuál es el mensaje de todo esto?
• ¿Cuál es el orden de los demás temas que trata este párrafo? ¿Tiene alguna correlación lógica el orden?
Respuestas 
Lo primero que observamos es que guardar duelo es un precepto de la Torá. No solamente eso, sino que además, podemos notar la importancia que la Torá le otorga a este tema, ya que el duelo desplaza aún el servicio en el Beth Hamikdash.
Algunos de los motivos del duelo que podemos mencionar son:
Una relación de respeto y honra por el fallecido.
Sensibilizarnos ante la pérdida.
Realizar obras de benevolencia.
Podríamos preguntarnos ¿para qué hace falta que la Torá nos ordene tantos detalles acerca del duelo?, al fin y al cabo guardar duelo por un pariente cercano es algo que naturalmente todos harían  A pesar de esto, vemos que es importante mencionarlo pues la Torá quiso que sea algo regulado, de lo contrario cada uno haría  según lo que él considere. Así habrá algunos que exageren y otros que no hagan ni lo mínimo.
La Torá pone límites aun a las cosas de tristeza, esto es muy necesario para evitar males mayores. El hecho que la muerte sea algo natural,   
no quiere decir que deja de ser algo trágico ni que le deje de doler la pérdida de un ser querido. No obstante, no debe hacer de ello algo catastrófico para toda su vida. La Torá nos dice que debemos continuar; nuestra vida debe seguir, todavía tenemos otras metas y objetivos que debemos alcanzar.
Por otro lado, la Torá nos pide un duelo escalonado, donde poco a poco el dolor va dando lugar a un sentimiento profundo, pero que no nos paraliza. Así vemos que durante los primeros 7 días del fallecimiento el duelo es más severo, luego se torna más leve hasta los 30 días y finalmente al año se levanta definitivamente el duelo.
Por otro lado vemos que la Torá obliga al cohen a impurificarse aun por su hermana. Pues corre el riesgo que el cohen esté tan compenetrado con Dios, que se le olviden sus obligaciones básicas. Esto nos debe enseñar a ser sensibles, no solo en ese caso, sino también en los demás aspectos de nuestra vida. No debemos ser muy estrictos en algunas áreas y olvidarnos del todo de otras, por ejemplo ser muy estrictos y meticulosos en el cumplimiento de los preceptos que tienen que ver entre el hombre y Dios, y no  ser muy cuidadosos en el cumplimiento de los preceptos que tienen que ver entre el hombre y su prójimo. 
El motivo por el cual la Torá utiliza este orden es porque normalmente el individuo estaría más consternado por la pérdida de los hijos, es por eso que la Torá menciona  primero la pérdida de los padres, antes que la de sus propios hijos. Pues a nuestros padres les debemos nuestra vida, respeto y honor.
La Torá nombra primero a la madre, antes que a su padre, pues el individuo podría pensar: por cuanto que el padre está aún con vida, es él el que debe de encargarse del sepelio de su esposa y no hace falta que el hijo se tenga que ocupar del entierro de su madre.
Con respecto a la advertencia de no cortarse el pelo ni hacerse heridas, tiene por sentido no asemejarse a los demás pueblos. No es la primera vez que la Torá nos advierte de que no reaccionemos ni actuemos como los demás pueblos, los cuales hacen cosas que no tienen sentido, motivo o utilidad práctica. Peor aun, esas prácticas pueden estar relacionadas con cosas de idolatría. Nosotros, el pueblo de Israel, no vemos la muerte como la ven los demás pueblos. Para nosotros la muerte no es el final del camino, sino que es el paso a una nueva etapa.
La relación que existe entre las leyes de duelo y lo que viene a continuación, es decir el tema de las mujeres con las cuales se pueden casar, es para guardar un equilibrio. Por un lado el cohen debe impurificarse y ocuparse del entierro y duelo de sus seres queridos, pero por el otro, no por el hecho que se le haya permitido impurificarse quiere decir que puede rebajarse y hacer lo que quiera, sino que debe mantener su nivel elevado y no olvidar su categoría. 
Las mujeres que le están prohibidas a un Cohen son las prostitutas (de acuerdo a la Torá, tiene este estatus toda mujer que mantuvo relaciones íntimas, aunque sea una sola vez, con un hombre con quien le estaba prohibido casarse, por ejemplo con un joven o novio no judío) pues esto a todas luces es algo no digno para un hombre de estirpe, como un cohen.
El cohen es una persona de muy alto rango, por lo tanto, se le exige a él, como a la que elegirá para formar su familia y futuros cohanim, que provengan de una estirpe limpia sin ninguna mancha y sin dejar lugar a dudas acerca de su moralidad o decencia. Si bien el cohen puede casarse con una viuda, no puede hacerlo con una mujer divorciada, pues a diferencia de la viuda, el ex marido de la mujer divorciada, al conocer todos los pormenores de su ex-mujer, puede despreciar al cohen y además, la gente ignorante podría conjeturar: si esta mujer ya fue divorciada entonces “algo malo debe haber en ella”, es por eso que para evitar estas habladurías, se le exige que se case con una mujer soltera.
Con respecto al Sumo sacerdote, cohen Gadol, vemos que las cosas son un poco distintas, y el motivo es cuidar que el servicio a Dios no llegue a ser completamente desplazado por la relación con los demás seres humanos, pues esto sería una falta de respeto a Dios. Es por eso que el Cohen Gadol no se impurificaba  por nadie (salvo un muerto que no haya quien lo entierre) Pues si le permitimos impurificarse por los muertos, resultaría que el honor de los hombres, es superior al honor de Dios. (A diferencia de los demás cohanim, que sí les permitimos impurificarse para ocuparse del entierro de sus seres queridos, allí no se considera que el honor de Dios queda desplazado, pues existen otros cohanim que realizarán la tarea que él tenía que hacer, en cambio el Cohen Gadol, no puede ser remplazado por otro)
Moshé le dice a su hermano Aarón, que esto es lo que había dicho Dios: “Me santificaré con  los que están cercanos a Mi” es decir, ahora Aarón que es el que está más cercano a Dios, pues era el Sumo sacerdote, es el que tiene la posibilidad de santificar el Nombre de Dios y cumplir lo que Dios ordenó de que no se impurifique ni abandone el servicio a Dios, por nada ni por nadie, ni siquiera por sus hijos.
Si Aarón hubiera dejado el servicio Divino para dedicarse al entierro y duelo de sus hijos, entonces hubiera sido una profanación del Nombre Divino, pues hubiera demostrado con sus actos, que existe algo superior al servicio a Dios, en ese caso: los hijos. Pero al abstenerse de actuar así y permanecer en el santuario, no por insensibilidad, sino porque Dios se lo ordenó, eso demuestra que Dios, está por sobre todo. Similar al sacrificio de Itzjak en donde Abraham por más que amaba a su hijo, estaba dispuesto de privarse de su hijo, porque Dios así lo había decretado.
No obstante, nos relata que Aarón no comió de la carne de la ofrenda que debía comer. Esto no lo hizo por duelo, sino porque no es digno que se siente a comer de la comida del rey, aquel que está triste. 
La vida nos fue otorgada para santificar el Nombre de Dios y no para santificar la vida. Si hacemos de la muerte la tragedia que arruine nuestras vidas, y que ya nada tenga sentido, entonces estaríamos sosteniendo que la vida es lo más importante. Esto merece un análisis más profundo: Si bien todos los preceptos quedan desplazados para preservar una vida, tal como nos dice el versículo: “Y vivirán por ellos” vivirán y no dice morirán por ellos, esto no quiere decir que la vida es lo más importante, prueba de ello es que existen tres casos en los cuales entregamos nuestra vida y nos dejamos matar antes de transgredirlos (idolatría, asesinato e incesto). De ahí vemos que la vida es muy importante, pero hay cosas que están por sobre ella, y que la vida en sí no es el valor esencial. 
La vida tiene sentido por Dios. No debemos poner nada por sobre este valor. Existen otras cosas importantes, pero solo Dios es nuestro valor más importante,  el resto está en un nivel inferior por lo tanto debemos cuidar las proporciones que le otorgamos a cada cosa.
 

Volver al capítulo