Aprender de la historia

Aprender de la historia

Debarim versículos 32:6-14
¿Para con el Señor os portáisasí, pueblo vil y no sabio?
¿Acaso no es Dios tu padre, el que te adquirió? 
Él es tu hacedor y formador 
Recuerda los días de la antigüedad, considerad los años de las generaciones anteriores, pregunta a tu padre y él te lo dirá, a tus ancianos y ellos  te explicarán.
Cuando el Altísimo hizo heredar a cada pueblo su territorio, al separar a los hijos del hombre,  decretó las fronteras de las naciones conforme al número de los hijos de Israel
Porque la porción del Altísimo es su pueblo, Yaacob es su posesión especial. 
Encontrándose en el desierto en una tierra desolada, lo trajo en derredor y lo instruyó 
Lo cuida como a la niña de sus ojos, tal como el águila que despierta su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma y los lleva sobre sus alas
Sólo el Eterno los conducía y no había fuera de él otro Dios.
Le hizo ascender a las alturas de las tierras y los hizo comer de los frutos del campo. También les hizo comer miel de la peña y aceite de las rocas, manteca de vacas y leche de ovejas, con la carne más selecta de los corderos, carneros de la casta de Bashan y machos cabríos, con lo mejor del trigo. Y del jugo de la vid les hizo beber.
Preguntas
• ¿Qué es lo que nos quiere transmitir cuando dice: Dios es tu padre, el que te adquirió?
• ¿Qué nos agrega al decir: Él es tu hacedor?
• ¿Para qué recalca: el que te mantiene?
• ¿Para qué tenemos que recordar los días dela antigüedad? ¿A qué días se refiere?
• ¿Qué es lo que le tiene que preguntar a su padre?
• ¿Qué hizo heredar a los demás pueblos? ¿Se refiere a tierras que les va a dar o a cierta cultura que les va a otorgar?
• ¿A qué se refiere cuando dice: al separar  a los hijos del hombre?
• Está escrito: la porción del Altísimo es su pueblo ¿se refiere a que el pueblo de Israel es parte de Dios o que la parte (legado)  del pueblo de Israel es Dios?
• Está escrito:Encontrándose en el desierto ¿Quién encontró a quién? Dios a Israel o Israel a Dios.
• ¿Por qué Dios trata al pueblo de Israel en forma especial?
• ¿Acaso se puede aprender de la historia algo para aplicar en la práctica? Cada suceso es muy específico y no necesariamente la generación de aquel suceso piense como la de hoy en día. 
• ¿Cuál es la importancia de esta parashá? 
• ¿Por qué la Torá pone tanto hincapié en que la aprendamos y se la transmitamos a las futuras generaciones?
Respuestas
El midrash Sifrí explica: Dios le dice al pueblo: recuerden lo que hice al principio con la generación del diluvio, lo que hice con la generación de la torre de Babel y lo que les hice a los pueblos de Sodoma y Gomorra.
El midrash nos explica que por ser que ya nos advirtió que en el futuro el pueblo de Israel iba a desviarse del camino de Dios, entonces les advierte en este cántico, y les pide que se los haga memorizar, para que sepan y les quede grabado que este mundo no está dejado al azar, que Dios lo controla y castiga a los malvados, ya hubieron tres precedentes en el pasado (el diluvio, la torre de Babel y Sodoma y Gomorra)
Hay quienes dicen que no siempre lo que le sucede a una generación se puede utilizar para deducir que eso mismo le puede suceder a otra, (pues es factible que una generación se maneja por su intelecto y la otra se deja llevar por su sentimiento, o viceversa, o que en aquella época, no sabían o no existían ciertos avances que hoy ya se conocen, etc.) Por lo tanto no podemos concluir que si se vuelve a repetir tal suceso, la nueva generación reaccionará de la misma manera.
En otras palabras, si por ejemplo se vuelve a repetir que en determinada época se asesine al emperador Austro Húngaro, eso no quiere decir que automáticamente volverá a comenzar una guerra mundial.
No obstante, en nuestro caso no se refiere a esto, es cierto que no podemos aprender con respecto al ser humano, pues puede cambiar su manera de pensar o su escala de valores por la cual se guía, pero cuando se trata de Dios o un acto realizado por Él, ahí sí podemos aprender, pues Dios no cambia ni tampoco su manera de conducir al mundo, por lo tanto si se vuelve a repetir lo mismo, entonces Dios obrará de la misma manera.
Por lo tanto lo que se puede concluir es que si hay una generación perversa que se rebela contra Dios, ellos serán castigados; Dios no abandonó el mundo, sino que se yergue como Juez que juzga y castiga a los culpables y en ciertos casos, el castigo inclusive puede ser muy drástico, hasta el punto tal que puede destruir a toda una generación, o una comarca entera. Por lo tanto, el pueblo debe aprender que no todo depende de él y de su fuerza, ni tampoco puede hacer lo que se leantoja. 
Otro midrash opina que lo que la Torá nos pide es que debemos observar en la historia y aprender para cuando nos estén sucediendo cosas malas, saber que estas cosas suceden para nuestro bien, nos van depurando y haciéndonos mejor y más fuertes. Aprender que no siempre las cosas malas son realmente malas. 
Lo que la oruga piensa que es un calvario al entrar en su confinamiento en el capullo de seda en donde permanecerá encerrada por mucho tiempo, es lo que el mundo denominará: mariposa. Es decir, ese sufrimiento que pasó el gusanillo, en realidad fue para su propio bien, pues ahora se convirtió en una hermosa mariposa que puede volar y elevarse, mientras que antes solo se podía arrastrar por la tierra.
El midrash nos enseñó dos cosas: por un lado que debemos observar la historia, para aprender que en el mundo existe un Juez supremo,  por otro lado también nos dijo que no desesperemos ante las cosas malas que sucederán, pues veremos que son para nuestro bien. 
El Midrash, va un paso más adelante y nos trae una tercera opción: dice que al surgir Abraham, tuvimos el mérito de que el ser humano tenga sufrimientos. Esto se refiere a que antes cuando la persona cometía algo malo, entonces Dios le enviaba el castigo y esa persona moría. Desde que surgió Abraham, Dios le envía sufrimientos para que por medio de eso el individuo reflexione por qué le  están sucediendo esas cosas malas y de esa manera corrija su error.
Por otro lado y en un nivel más profundo, cuando a un individuo le acaecen sufrimientos, al ver su manera de reaccionar podremos deducir su nivel espiritual. Cuanto más problema se haga por cuestiones o pérdidas materiales, estará demostrando con su actitud, que está más atado a lo material. En cambio si le otorga menos atención a esos problemas y se mantiene firme en sus acciones espirituales, estará demostrando con su forma de proceder, que está en un nivel alto, pues a pesar que le estaban sucediendo cosas malas, que le causaban pérdidas materiales, de todas maneras se mantuvo firme y no abandonó su estudio o su accionar elevado. Y tal vez esta sea su verdadera recompensa, tal es, poder demostrar en qué nivel alto está, que a pesar de que le ocurren cosas malas, no se queja ante Dios y no interrumpe su nivel espiritual. 
La  primera enseñanza que el midrash nos dijo es que no pueden hacer lo que se les dé la gana pensando que nada les pasará.  
La segunda enseñanza que nos quiere transmitir este párrafo de la Torá, es que en el futuro no debemos desesperar ante las cosas malas, pues los sufrimientos que nos ocurren son para nuestro bien, ya sea para que corrijamos actitudes erróneas o para que seamos conscientes de nuestro nivel espiritual.  Si no lo vemos así, entonces erróneamente, podremos llegar a la conclusión de que los sufrimientos que nos están sucediendo son injustos y que no existe un Juez supremo. 
El comentarista Seforno contesta varias de las preguntas que hemos formulado al principio, y dice que en realidad la meta de Dios era que toda la humanidad llegue al objetivo máximo, tal es: conocer a Dios e ir en Sus caminos y esto es lo que le encomendó al primer hombre, no obstante Adam pecó. Entonces Dios esperó diez generaciones pero no surgió nadie, hasta que nace Noaj, luego de él tampoco surge nadie, hasta diez generaciones posteriores, en la que nace Abraham y desde él y su familia florece una esperanza. Es por eso que Dios pone en práctica una nueva estrategia y selecciona solamente a Abraham y sus descendientes, pues por más que Dios era paciente, no surgió una generación completa. A partir de ahora el plan será sobre una persona que engendrará un pueblo: Israel,  que es el que se encaminará hacia el objetivo final y los demás pueblos lo verán y lo imitarán.
En el desierto de Sinaí, cuando Israel se encamina fielmente detrás de Dios y acepta los mandamientos Divinos, ellos se convierten de esta manera en ejemplo y esperanza para toda la humanidad.
Entonces Israel es el que asume ese rol, y de esta manera los demás pueblos pasarán a estar a su servicio. Esto no quiere decir que serán esclavos de Israel, sino que Israel podrá dedicarse a su apego a Dios y conocer Sus caminos, y podrá aprovechar todos los adelantos tecnológicos y mecánicos que los demás pueblos hayan descubierto. De esta manera, Israel no precisará distraerse de su cometido, y tampoco le faltará los beneficios de los avances científicos, pues los adquirirán los demás pueblos e Israel se beneficiará de ellos. 
A esto se refirió aquel sabio cuando al observar desde su terraza  toda la ciudad y sus habitantes dijo: dichoso de mí que todos estos están a mí servicio. A lo que se refería es que gracias a que algunos del pueblo se dedican a ser lecheros, otros carpinteros, médicos, y así con todas los demás oficios útiles y necesarios para una sociedad, es que él puede dedicarse al objetivo máximo sin que por eso le falte nada, pues si no fuera que hay un lechero, un carpintero un médico, etc., él no tendría tiempo para poder estudiar, pues tendría que ordeñar la vaca para conseguir leche, serruchar árboles para hacer madera y así poder construir sus utensilios, etc. Y  de esta manera no le quedaría tiempo disponible. Pero gracias a que hay gente que se dedica a todo eso, es que él puede disponer de tiempo para estudiar y crecer. Obviamente que nadie obliga a cada individuo qué oficio tomar, es cada uno el que elige en qué eslabón quiere estar.
A diferencia del Midrash, Rabí Ovadiá Seforno, no se centra en el tema de los castigos que ocurrieron en el pasado, sino que se enfoca en el objetivo supremo del ser humano, y el texto viene a insinuarles al pueblo de Israel, que observen y no pierdan de vista el objetivo que Dios les otorgó, pues ellos fueron los agraciados, la esperanza de la humanidad  y los que comenzaron a ir por ese camino. Este párrafo nos invita a observar la manera misericordiosa con que Dios maneja al mundo, la voluntad de Dios para todos los seres humanos y el rol fundamental del pueblo de Israel.
De esta manera, Israel toma a Dios como su objetivo. 
De entre todos los pueblos, el único en que Dios tiene su parte, es Israel. Es decir, Israel es el que porta el legado de Dios. Como está escrito en el profeta: “Él me dijo: Tú eres Mi siervo, Israel, en quien Me glorificaré” (Isaías 59:3).
 

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