¿Se puede comer carne?

¿Se puede comer carne?

En el desierto estaba prohibido comer “Basar Taavá”, la “carne del deseo” (aquella que comemos porque deseamos comer carne sin la intención de realizar un sacrificio) y está escrito en relación a aquel que come “sangre le será imputada a aquel hombre, sangre ha derramado” (Vaikrá capítulo 17, versículo 4) mientras que en nuestro capítulo la Torá señala que en la tierra de Israel estará permitido comer “Carne Julín” (profana) en todo lugar, sin ofrendar un sacrificio. ¿Cómo es posible que lo que es considerado derramamiento de sangre en un sitio, esté permitido en otro lugar?

En el desierto, todo el campamento era un campamento de Divinidad, y la Gloria de Dios se revela a ojos de Israel. Esta es una realidad ideal, para la cual es apropiado introducir leyes ideales. En esta realidad, el faenado de un animal que no es realizado en aras del cielo, es derramamiento de sangre, ya que así es cuando se vive ante Dios.

En el libro Devarim, de cara al ingreso a la tierra, está descripta otra situación, en la cual el pueblo no se halla concentrado en torno al campamento de Divinidad. El alejamiento de la persona del espacio Divino genera una diferenciación-una distinción entre la impureza y la pureza y entre lo sacro y lo profano. En esta situación, en el espacio profano la persona tiene permitido utilizar animales, a pesar de que en el Jardín de Eden, ante Dios, estos eran criaturas con nombres, con dignidad y con derecho a la vida. Sólo cuando se llega al Santuario y estamos ante Dios, debemos faenar en aras del cielo, y está prohibido profanar el faenado fuera del Santuario-se actúa conforme a la costumbre de lo profano.

La Torá agudiza esta diferencia, que tiene lugar con el ingreso a la tierra, mientras que hace hincapié en la carencia implicada en ella: “cuando desee tu ser” (Versículo 20)-la ingestión de carne es codicia que no es algo positivo, y especialmente “ya que la sangre es la vida” (Versículo 23), la persona debe saber que está quitando un alma, a pesar de que se le ha permitido consumirlo. El respetar las condiciones definidas por la Torá (la prohibición de comer sangres, el precepto de cubrir la sangre) santificará la ingestión, aún cuando se trata de una comida profana, y preparará los elementos espirituales, que en el futuro por venir, con el desarrollo cultural, tal vez habrán de florecer un compromiso ético-religioso nuevo, en el cual estará prohibido faenar un animal que es poseedor de un alma.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".

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