¿Quieres purificarte? Te ayudaremos

¿Quieres purificarte? Te ayudaremos

Aquel que reconoce su pecado y está interesado en purificarse, la Torá viene en su ayuda y le posibilita traer una ofrenda según su capacidad económica. 

El capítulo 5 trata el caso de Korbán Olé veIored (un sacrificio que varía de acuerdo a la riqueza del pecador).

Esta ofrenda tiene dos características singulares que aparentemente están relacionadas entre sí:

Una, la obligación de la ofrenda surge a partir del reconocimiento del pecador. Los pecados detallados en el inicio del capítulo (Versículos 1-4) no son pecados que pueden endilgarse la culpa de ellos a una persona sin su reconocimiento, ya que están vinculados con el alma de la persona (¿Acaso sabía? ¿Acaso escuchó? ¿Acaso se impurificó?), y el pecador siempre podrá negarlos.

La segunda característica es la posibilidad de traer una ofrenda en diferentes niveles:

En primera instancia debe traerse una cordera o una cabrita. Si no tiene, traerá dos tórtolas o dos palominos. Si tampoco posee dinero para ello pues traerá un décimo de efá (medida de capacidad equivalente a 1,800 kg.) de harina de flor.

¿Por qué en este caso, la Torá tiene consideración del pecador  con tal de que pueda traer su ofrenda?

Hay otros dos casos en los cuales la Torá posibilita traer una ofrenda más barata en el caso que el que la trae no tenga dinero para una más cara: la ofrenda de la parturienta y la ofrenda del que se purifica de la lepra.

Puede ser que al igual que en los casos de la parturienta y del leproso, que no han pecado (no obstante, hay una explicación de nuestros Sabios de Bendita Memoria que contempla la lepra como un castigo por Lashón Hará (término hebreo que refiere al acto de hablar despectivamente de otra persona), pero en el texto literal, esto no figura, pero están interesados en purificarse, también en este caso, el principal interés es del que trae la ofrenda: se siente muy incómodo, llega a partir de su iniciativa, se confiesa y ahora desea expiar su pecado.

Aparentemente, se le podría exigir el pago completo: una ofrenda onerosa-cordera o cabrita.

Pero la Torá tiene consideración por él: ¿Quieres expiar y purificarte? Te ayudaremos. Si no tienes suficiente dinero para traer una ofrenda cara-pues trae una ofrenda más económica. Si tampoco se encuentra a tu alcance-pues trae una ofrenda aún más económica.

El sistema se adapta a la necesidad del individuo, con tal de que pueda desprenderse del sentimiento de culpa.

Gentileza del sitio 929

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