¿Cuál es la finalidad de la orden de Dios a Moshé de ascender al monte Nebó y contemplar desde allí la tierra a la cual no habrá de ingresar? ¿Acaso su propósito es intensificar la trágica muerte de Moshé? Atribuir tal intención a la orden de Dios es poco probable. ¡Parece que lo contrario es lo correcto! El propósito de esta orden es precisamente la de atenuar el momento de la muerte de Moshé y enaltecerla.
¿Qué es lo que vio precisamente Moshé desde el monte Nebó? “Y lo hizo contemplar Adonai toda la tierra, el Guilad hasta Dan” (Versículo 1).
“Y todo Naftalí, y la tierra de Efraim y de Menashé, y toda la tierra de Iehudá, hasta el mar occidental” (Versículo 2)
“Y el Néguev y la llanura, la quebrada de Ierejó, la ciudad de las palmeras, hasta Tzoar” (Versículo 3)
La primera franja de tierra que Dios le mostró, el Guilad hasta Dan, y la última franja de tierra que le mostró-el Néguev y la llanura-son las únicas partes de tierra que aparecen aquí mencionadas con sus nombres geográficos. El resto de las franjas de tierra que Dios le mostró son denominadas con el nombre de las tribus que las habitarán en el futuro:”Todo Naftalí” (la Galilea oriental); “La tierra de Efraim y Menashé”; “toda la tierra de Iehudá hasta el mar occidental”
Parece que esta es la fuente del Midrash de Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, en el Sifri y en Rashi, ya que la mirada de Moshé desde el monte Nebó, fue una visión profética. La visión de la tierra que le fue revelada a Moshé es la visión de la tierra poblada por las tribus de Israel. En esta visión, Moshé ve la tierra dividida entre las tribus de Israel, morando cada una en su heredad, incluso antes que ellos cruzaran el Iarden para conquistarla. Pero la mirada de Moshé penetra no solamente en la inmensidad de la tierra sino también en la inmensidad del tiempo, y él ve por delante el futuro cual si fuera el presente. Esta mirada de la tierra dividida entre las tribus se relaciona ahora con las bendiciones de Moshé a las diversas tribus, que parte de ellas se ocuparon también en la caracterización de la herencia de esas tribus.
El mandamiento a Moshé de ascender y contemplar la tierra tiene el propósito de compensarlo con un ingreso profético a la tierra ya que ¡no habrá de ingresar a ella físicamente! En su mirada espiritual y su visión profética, Moshé ve cómo concluye su tarea en la vida-“Y ha morado Israel seguro en soledad, el manantial de Iaacov en una tierra de cereal y de mosto” (Capítulo 33, versículo 28). Esta interpretación acerca de la visión de Moshé desde la cima del monte Nebó, enaltece la situación hacia la elevación profética, en la que hay consuelo para el pastor fiel, quien ve con claridad, que incluso al separarse de su pueblo, el rebaño habrá de llegar en paz al sitio prometido.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".