¿Acaso existe un mundo sin pobres?

¿Acaso existe un mundo sin pobres?

Por un lado, la Torá establece “Ya que no dejará de haber menesteroso en medio de la tierra” (Versículo 11) pero por otro lado, “Nada, ya que no habrá en ti menesteroso” (Versículo 4). ¿Cómo es posible resolver esta contradicción?

En la parashá (sección) Reé, se despliega ante nosotros un conjunto ramificado de “leyes sociales” que lidian con los problemas de carencia y pobreza en la sociedad, y entre esas leyes se encuentran las de “Maaser Aní”, “Diezmo para el pobre” y la “Tzedaká”, “Caridad, Justicia Social”, el préstamo sin interés y la condonación de deudas en el séptimo año.

Pero, finalmente, parece ser que la Torá no pretende anular completamente la realidad de la pobreza, y su respuesta a la pregunta formulada en el título ¿Acaso existe un mundo sin pobres?, es mesurada y pesimista:” Ya que no dejará de haber menesteroso en medio de la tierra” (Versículo 11). Esta determinación expresa aparentemente, una realidad que nunca queda anulada.

¿Pero es que acaso esta es la postura de la Torá? He aquí que en nuestro capítulo mismo, hallamos una noticia diametralmente opuesta: “Nada, ya que no habrá en ti menesteroso, pues bendecir te bendecirá Adonai en la tierra” (Versículo 4)

Rashi, parafraseando el comentario del Sifri desea conciliar esta contradicción, y así se manifiesta: “Nada, ya que no habrá en ti menesteroso”, y a continuación señala: “Ya que no dejará de haber menesteroso”. Esto significa que mientras ustedes realicen la voluntad de Dios, habrá menesterosos entre otros pero no entre ustedes. Y cuando ustedes no actúen acorde a la voluntad divina, los pobres estarán entre ustedes”

Y no obstante, unos versículos después, la Torá cita explícitamente: “Cuando hubiere en ti un menesteroso, de uno de tus hermanos…no habrás de endurecer tu corazón ni habrás de cerrar tu mano, a tu hermano, el menesteroso” (Versículo 7). Me pregunto, ¿Acaso este versículo hace alusión a una generación que no realiza la voluntad de Dios y a la misma la Torá le ordena “Pues abrir habrás de abrir tu mano a él” (Versículo 8)?

Parece que la clave para conciliar la contradicción entre los versículos de la Torá, se halla en la diferenciación entre los dos grupos de leyes, que aparecen como enfrentadas: el conjunto de leyes de la naturaleza y el conjunto de leyes de la Torá. La Torá reconoce el principio de “Ya que no dejará de haber menesteroso en medio de la tierra” (Versículo 11), como una ley natural, ya que en efecto, los seres humanos no nacen en un plano de igualdad con respecto a sus talentos y habilidades y sus circunstancias de vida, y de todos modos, no pueden ser anuladas como si nada, las brechas económicas entre ellos.

Pero la Torá nos guía para construir un sistema social y ético de leyes, por medio del cual se puede lidiar con las leyes de la naturaleza, e incluso agrega que para ello habrá de ayudar la bendición de Dios que habrá de permitir el cumplimiento de las “leyes sociales”. Incluso en la época del Mashiaj (Mesías) no habrán de desaparecer por completo las brechas entre las personas, pero la bendición de Dios y la preservación de las leyes de gracia y benevolencia proporcionarán una vivencia dichosa en la cual habrán de ser eliminadas la pobreza y el hambre.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj de la serie "Meat min Haor", publicada por la Biblioteca Beit El con la colaboración de la organización "Orot".

 

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