Unidad positiva y unidad negativa

Unidad positiva y unidad negativa

A raíz del relato de la torre de Babel, Dios confunde la lengua de las personas y provoca la dispersión de todos en la tierra. ¿Por qué Dios malogra la unidad entre las personas? ¿Acaso puede considerarse que la unidad es algo negativo?

El relato de la torre de Babel describe un cambio significativo que se registró en la humanidad:

En la creación del hombre, Dios lo bendijo “Fructificaos y multiplicaos y llenad la tierra” (1,28). De aquí aprendemos que la situación natural y deseada es que los seres humanos estén dispersos por toda la tierra y la colmen habitándola. Conjuntamente con ello, la humanidad toda tenía “un solo idioma” (1). Es decir un idioma unificado y una forma de vida en común. Esta unidad era positiva e ideal, y estaba destinada a crear una cooperación productiva entre todos los pueblos, las culturas y los diferentes grupos dispersos que habitaban toda la tierra. La unidad de los seres humanos y la cooperacióndebía focalizarse en la fuente de la unidad, y derivar en que todos los seres humanos del mundo sirvan a Dios.

Sin embargo, varias generaciones después del diluvio, los seres humanos se enceguecieron de la poderosa fuerza oculta en la unidad, e intentaron aprovecharla para la unión humana, cuyo objetivo no era el de servir a Dios sino el de incrementar su poder: “Vamos, edifiquemos para nosotros una ciudad y una torre con su cúspide en los cielos y nos haremos de un nombre, no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra (4)-los seres humanos se oponen al programa Divino, de dispersión por toda la tierra, y su objetivo es “hacer un nombre” a ellos mismos. De esa forma imaginaron rebelarse contra Dios y coronarse ellos mismos como Divinidad humana.

Dios está interesado en impedir dicha situación, ya que el mundo no tiene razón de ser cuando se rebela contra Dios. 

Dios “se ve forzado” a renunciar a la comunicación positiva entre los pueblos para quebrar esa unidad negativa surgida entre los seres humanos.El quiebre de la unidad evitará la rebelión compartida de todos los seres humanos contra Dios, y así posibilitará la continuidad de la existencia humana y el mundo todo.

Vemos entonces, que la dispersión no es un castigo, sino que es la situación sana y natural.

Y la confusión de los idiomas es un cambio esencial que Dios impuso en el mundo, a partir de la comprensión de que la humanidad, aún no ha llegado al nivel óptimo en el cual puede utilizar la unidad con fines positivos, acorde a la voluntad de Dios.

En el futuro será reinstalada la unidad entre todos los pueblos, y la misma será aprovechada en forma positiva, tal como lo profetiza Tzfaniá: “En ese tiempo le daré a los pueblos un idioma claro para que todos invoquen el nombre de Dios y le sirvan de común acuerdo“(Tzfaniá 3,9).

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

 

 

 

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