Una historia de nacimiento y muerte

Una historia de nacimiento y muerte

El relato de la muerte de Rajel está entreverada con el relato del nacimiento de Biniamín. Por ello, la relación con esta historia es ambivalente. La tristeza y la alegría se entremezclan.

“Y sucedió que cuando su alma se estaba apartando  - pues ella murió - llamó su nombre: Ben-Oní - hijo de mi dolor –pero su padre lo llamó: Biniamín” (Versículo 18)

La concentración en el amargo destino de Rajel, quien murió en el momento de dar a luz, y fue enterrada en el camino, nos hace olvidar que el relato tiene también una parte luminosa: a partir de este alumbramiento se incorpora un hijo sano e íntegro-el duodécimo hijo. Esto no es una obviedad: en un parto difícil en el cual fallece la parturienta, muchas veces sucede que tampoco el bebé logra sobrevivir. Los conceptos de la partera “No temas, pues también este será hijo tuyo” (Versículo 17) la alientan a Rajel con la expresión “no temas de la muerte que se aproxima-ya que también tienes un hijo, que nació sano y salvo tal como lo solicitaste en tu plegaria”

No obstante, la verdad debe ser dicha: más allá de que la muerte de una parturienta es desgarradora y a pesar de la profunda tristeza causada por el nacimiento de un bebé que no conocerá a su madre, el nacimiento de un bebé vivo, siempre es una buena noticia de una vida nueva y renovadora.Incluso en el sentido práctico, la atención de los presentes en este hecho está dividida: a la par de la necesidad de ocuparse del entierro de la madre, también hay una necesidad inmediata de ocuparse de las necesidades de su hijo- el bebé recién nacido que llora y requiere de atención. Hay que cambiarle los pañales e higienizar su cuerpo-y se debe encontrar una nodriza para él…

Sin embargo, aún no hallamos lo particular de nuestro relato. El nacimiento de Biniamín no fue similar al de los otros hijos de Iaacov. Todos los otros hijos de Iaacov nacieron en unbreve lapso de tiempo, durante su estadía en Jarán. Muchos años transcurrieron (los últimos seis años de su permanencia en Jarán, y los años transcurridos desde que regresó a la tierra de Kenaan), y la familia no creció. Y he aquí que Rajel quedó embarazada, y está a punto de dar a luz un hijo a una edad avanzada, un hermano de Iosef, que era el último de los hijos tras una larga pausa. Pero lo importante es que éste será el único hijo nacido en la tierra de Kenaan. Su esperado nacimiento suscita grandes esperanzas para el crecimiento y la expansión de la casa de Iaacov en la tierra de su destino, tal como le fuera prometido por Dios.

Estas esperanzas no se perdieron con el nacimiento de este hijo-de hecho él nació vivo y sano- no obstante, se mezclaron con la tristeza por la muerte de su madre. El luto y la alegría están entrelazados, de un capítulo de vida que culmina, florece un capítulo de vida renovada que surge al mundo-es eso lo que provoca una reacción psíquica compleja, en la cual el silencio es la forma de expresión. La única grieta a través de la cual uno puede vislumbrar  la complejidad del alma de Iaacov es a través del nombre del niño-Ben Oni o Biniamín.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

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