Los pelishtim se reúnen para la guerra (Versiculos 1-2) 

En vísperas del combate en Guilboa, los pelishtim, filisteos, se reúnen en Afek, y el campamento de Israel, en Izreel. El ejército filisteo llega con un número respetable, y David se halla junto a Ajish, el rey de Gat. Como se mencionara, al final del capítulo anterior Ajish invito a David a salir junto  a él,  a la guerra contra Israel. 

Los pelishtim le solicitan a Ajish que David no participe en la guerra (Versículos 3-5) 

Los jefes filisteos ven a David en el ejército filisteo y no entienden qué hace allí. Se dirigen a Ajish para que explique qué es lo que hacen israelitas en el ejército filisteo. Ajish explica que David le es fiel permanentemente: “Y no he hallado falta en él desde el día en que se pasó a mí hasta hoy”. Los pelishtim no están dispuestos a escuchar los conceptos de Ajish y le exigen que David no participe en la guerra, por el temor de que los traicione. 

Las palabras de Ajish a David (Versículos 6-11) 

Ajish se dirige a David e intenta explicarle el miedo de los principes filisteos, a pesar de que Ajish no tenía duda alguna sobre David. David continúa desplegando su juego y le refunfuña a Ajish diciéndole que está interesado en luchar contra los enemigos del rey. Ajish intenta reconciliarse con “el ofendido” David y nuevamente le endilga la responsabilidad a los príncipes  de los pelishtim: “Yo sé que eres grato a mis ojos como un ángel de Dios; sin embargo, los jefes de los Pelishtím han dicho: “No subirá con nosotros a la batalla” (Versiculo 9). La tensión del capítulo anterior llega a un punto crítico-David no participa de la guerra contra el pueblo de Israel.