Nuestro capítulo cierra el libro Bamidbar y contiene la solicitud de los hijos de Menashé como continuación del pedido de las hijas de Tselofjad que fuera citado en el capítulo 27.

La solicitud de los hijos de Menashé (Versículos 1-4)

Los líderes de la familia de Guilad hijo de Majir se presentan ante Moshé y le dicen que la decisión de darles a las hijas de Tselofjad una heredad en posesión genera un problema: cuando las hijas de Tselofjad se casen con un hombre de otra tribu, su heredad pasará a la tribu del hombre con el cual se casaron y de ese modo “será reducida la herencia de ellas de la heredad de nuestros padres, y será agregada a la heredad a la tribu a la cual ellas pertenecerán y de la suerte de nuestra heredad será reducido” (Versículo 3)

La respuesta de Moshé (Versículos 5-12)

Moshé le responde a los hijos de Menashé y les transmite los conceptos de Dios: para evitar el problema elevado por los hijos de Menashé, las hijas de Tselofjad deben casarse con hombres de la tribu de Menashé, y de ese modo la heredad de las tribus no se verá afectada: “Y no podrás traspasar herencia a los hijos de Israel de una tribu a otra tribu, pues cada cual a la herencia de la tribu de sus padres quedarán adheridos los hijos de Israel” (Versículo 7). Las hijas de Tselofjad cumplen el mandato de Dios, y todo quedó en orden.

Conclusion del libro Bamidbar (Versículo 13)

El libro Bamidbar concluye con un versículo de cierre: “Estos son los preceptos y las leyes que prescribió el Señor, por mano de Moshé a los hijos de Israel en las llanuras de Moab, cerca del Iardén, a la altura de Ierijó”.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.