Síntesis del capítulo, Levítico 19

Síntesis del capítulo, Levítico 19

Título de apertura (Versículos 1-2)

Nuestra sección comienza con una orden: “Consagrados! habrán de ser, ya que Santo Soy Yo el Señor, vuestro Dios” (Versículo 2). En el mismo capítulo aparecerá numerosas veces el cierre “yo soy Dios” o “yo soy Dios, vuestro Dios” y se puede debatir sobre su significado.

Preceptos rituales (Versículos 3-8)

Con excepción del primer versículo de este fragmento, que trata sobre el temor al padre y a la madre y la observancia del Shabat, el resto del fragmento se ocupa de cuestiones relacionadas con el servicio a Dios: en el comienzo, el texto prohíbe la idolatría y luego pasa a la faceta positiva, de cómo se debe servir a Dios “Y cuando sacrifiquen un sacrificio shelamím ante El Señor de vuestra propia voluntad habrán de sacrificarlo” (Versículo 5).

Preceptos sociales (Versículos 9-18)

El párrafo siguiente trae una lista de preceptos sociales. El pasaje abre con una orden de dejar en el campo y en el viñedo los restos para los pobres y los extranjeros. En la continuidad son citadas leyes adicionales relacionadas con el daño ocasionado por un hombre al otro: la prohibición del robo, la mentira, una promesa falsa, la opresión, el hurto, la demora en el pago del jornal, el insulto a un sordo, obstáculos delante del ciego, prohibiciones para los jueces, la prohibición de difamar, de no ser indiferente, la obligación de reprender, la prohibición de la venganza y el rencor y finalmente “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo” y en el cierre “yo soy Dios”.

Diversas leyes (Versículos 19-31)

En este párrafo el texto trae diversas leyes en las que es difícil encontrar un común denominador: la mezcla de especies, mantener relaciones íntimas con una sierva desposada, lo incircunciso, la prohibición de comer sobre la sangre, la prohibición de la adivinación, las prohibiciones de daños al cuerpo: no cortar en redondo la cabellera, no dañar el borde de la barba, no efectuar incisiones en el cuerpo, ni realizar tatuajes. El texto continúa con otras leyes: la prohibición de la prostitución, la observancia del Shabat, y la prohibición de recurrir a los nigromantes y a los sortílegos.

Preceptos sociales y cierre (Versículos 32-37)

En el último párrafo del capítulo el texto regresa a los preceptos sociales y morales: el respeto al anciano, la prohibición de oprimir al extranjero con el argumento de “porque fueron extranjeros en la tierra de Egipto” (y de aquí se infiere que el término extranjero es diferente al significado actual, sino que se trata de un extranjero en el sentido de la persona que reside en una tierra que no es la propia). El texto prosigue con leyes de juicio y concluye las mismas con “Habrán de observar Mis fueros y Mis leyes y los cumplirán. Yo soy el Señor”.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

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