Síntesis del capítulo, Kohelet 7

Síntesis del capítulo, Kohelet 7

¿Qué es bueno? (Versículos 1-8)

En este fragmento, Kohelet brinda algunas definiciones como modelos establecidos: “Es mejor…que…”, de este modo: “Es mejor el renombre que el óleo bueno, así corno el día de la muerte que el día de su nacer” (Versículo 1), o: “Es mejor el enfurecimiento que la veleidad, ya que al deteriorarse el semblante, mejora el corazón” (Versículo 3), y en algunos de ellos, figura un fundamento: “Es mejor oír el reproche del sabio, que el hombre que oye la canción de los necios… Pues el fraude altera al sabio, y hace perder el corazón de sapiencia” (Versículos 5-7)

Una secuencia de refranes (Versículos 9-14)

En este párrafo son citados refranes que, desde el contenido, no tienen relación entre ellos, pero algunos de ellos, aun abordan la cuestión de “lo bueno”: “No hayas de decir: ¿qué ha sido? Que ¡los días pretéritos eran mejores que éstos! Ya que no desde la sabiduría has preguntado por esto” (Versículo 10); “En el día del bien, estés en lo bueno; empero en el día del mal, mira... Ya que esto frente a esto ha hecho Elohim, para que no halle el hombre en pos de él, nada” (Versículo 14).

“No seas justo en demasía…no seas impío en demasía” (Versículos 15-24)

En este fragmento, Kohelet presenta un enfoque excepcional. Kohelet parte de la hipótesis de  que “Pues hombre no hay justo en la tierra, que haga el bien y no haya de errar” (Versículo 20), y por consiguiente, le aconseja al oyente no ser demasiado justo: “No seas justo en demasía, ni tampoco hayas de ser sabio en exceso, ¿para qué habrás de estar desolado?” (Versículo 16), ni ser demasiado malo: “No seas impío en demasía y no seas necio; ¿por qué habrás de morir sin que sea tu hora?” (Versículo 17), por lo cual, debemos apegarnos al camino intermedio: “Es mejor que hayas de asirte en esto y que también de esto no dejes tu mano, ya que el temeroso de Elohim ha de cumplir con todos” (Versículo 18). Kohelet termina este párrafo con cierta frustración por no haber alcanzado aún la meta de la sabiduría: “Todo esto lo he experimentado con la sabiduría; pensé: voy a ser sabio, empero ella está lejana de mí. Lejano está lo que ha sido; y profundo, profundo, quién lo habrá de hallar?” (Versículos 23-24).

La mujer malvada (Versículos 25-29)

A continuación de la frustración descripta en el segmento anterior, Kohelet describe que fue en busca de la sabiduría: “Giré yo y mi corazón: para conocer y para explorar y para buscar sabiduría y razonamiento; y para saber: la maldad es estulticia y la frivolidad delirio” (Versículo 25), y encontró, según  su método, que la mujer malvada representa un obstáculo: “Y hallo yo más amargo que la muerte, a la mujer, que es trampas y redes su corazón, ligaduras sus manos. El que es bueno ante Elohim se librará de ella y el pecador será atrapado en ella” (Versículo 26). Kohelet agrega y dice que no encontró un hombre recto, a pesar de que Dios creo a la persona íntegra y recta: “¡Solamente! Mira, esto he hallado: que ha hecho Elohim al hombre recto, empero ellos han buscado maquinaciones, ¡muchas!” (Versículo 29).

Redacción: Netanel Szpigel

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