Advertencia sobre las palabras referidas a Dios (Versículos 1-2)

En este párrafo hay una advertencia “No te precipites con tu boca y que tu corazón no se apresure para sacar palabra ante Elohim, ya que Elohim está en los cielos, y tú sobre la tierra; por lo tanto sean tus palabras pocas” (versículo 1). Tras esa advertencia, hay una observación alusiva al sueño: “Pues viene el sueño con profusión de temas, y la voz del necio con profusión de palabras” (versículo 2)

La advertencia de formular promesas (Versículos 3-6)

En este fragmento hay una advertencia de realizar una promesa: “Mejor que no formules voto, antes que formules voto y no cumplas. No permitas a tu boca que haga errar a tu carne, para que no hayas de decir delante del mensajero, que inadvertencia es, ¿¡para qué habrá de encolerizarse Elohim por tu voz y haya de destruir la obra de tus manos!?” (Versículos 4-5). También, este párrafo culmina con la condena del sueño: “Ya que al incrementarse sueños y absurdidades y palabras muchas... Pues a Elohim habrás de temer” (Versículo 6)

Codicia (Versículos 7-11)

En este párrafo hay diversas frases relacionadas con la codicia: “Quien ama plata, no habrá de saciarse de plata; y quien ama el caudal: ¡no la cosecha!... también esto es absurdo” (versículo 9) y también “Dulce es el sueño del trabajador, si poco o si mucho ha de comer; empero la hartura para el rico no le deja dormir” (versículo 11)

Un relato sobre la avaricia y su conclusión (Versículos 12-19)

En este fragmento, Kohelet cita un relato acerca de una persona avara “Y todos sus días en la oscuridad él come; y furor mucho, y su enfermedad y cólera” (versículo 16) que ahorro dinero para el futuro, pero finalmente, falleció sin dinero “Y se pierde la riqueza aquella en un hecho calamitoso, y engendra hijo y no hay en su poder nada” (versículo 13). Kohelet aprende de ese relato que la persona debe conformarse y disfrutar de lo que posee: “Y toda persona a quien ha dado Elohim: riqueza y bienes de fortuna y le ha dado el poder para comer de ello, y para alzar su porción y para regocijarse con su esfuerzo: esto, don de Elohim es” (versículo 18)

Redacción: Netanel Szpigel