Síntesis del capítulo, Jueces 18

Síntesis del capítulo, Jueces 18

Nuestro capítulo comienza con el siguiente dato: “Y en aquellos días la tribu de Dan buscaba posesión para sí donde habitar, porque hasta entonces no se le había asignado territorio entre las tribus de Israel.” (Versículo 1). Tal como ya hemos visto en el libro Yehoshua, antes de que se pretenda conquistar una región que no conocen, envían espías. Los espías pasaron por tres estaciones y luego de ello también el ejército pasa por las mismas estaciones:

Los espías (Versículos 1-10)

Cinco espías  parten de Tzora hacia Eshtaol. Rumbo al norte. Los espías llegan al “Monte Efraim”, “cuyo lugar exacto no conocemos, y allí ellos ingresan al santuario que Mijá construyó en el capítulo anterior. La gente de Dan encuentran al Cohen (el Leví), y él ya sabe decir si es que ellos tendrán éxito en la búsqueda de la heredad. El Cohen les promete en forma contundente: “Id en paz, delante del Eterno está vuestro camino por el que vais” (Versículo 6). Los varones de Dan están conformes, y continúan rumbo al norte. Los hombres de Dan llegan a Laish, y hallan una ciudad que está desconectada del entorno.  Todo está en calma, y al parecer será posible conquistar la ciudad muy fácilmente. Los espías regresan a Tzorá y a Eshtaol con la buena noticia.

600 hombres de la tribu de Dan (Versículos 11-31)

Después de que los espías regresan, salen seiscientos  combatientes de Tzorá y Eshtaol rumbo a Laish a fin de conquistar el lugar y establecer allí la heredad de Dan. Como en el recorrido de los espías, también los seiscientos combatientes llegan a la casa de Mijá en el monte Efraim, sólo que esta vez ellos no le preguntan al Cohen acerca del futuro sino que deciden incorporarlo a la travesía de ellos hasta Laish. El Cohen intenta resistirse, pero se convence del argumento de los varones de Dan: “¿Acaso es mejor para ti que seas sacerdote de un solo hombre o ser sacerdote de una tribu y familia de Israel? (Versículo 19). También Mijá intenta oponerse pero comprende que no tiene chance y retorna a su hogar, sin el Cohen y sin los talismanes, el Efod y el ídolo. Los valientes combatientes  llegan a Laish y la conquistan fácilmente ya que “Y no hubo quien los defendiese, porque estaban lejos de Tzidón, y no tenían relación con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que hay en Beth-Rejob” (Versículo 28). Y los hijos de Dan se asientan en Laish y cambian el nombre del lugar a “Dan”. El ídolo y el Cohen se convierten en un santuario permanente “hasta el día en que fueron expulsados de la tierra” (Ver

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