Apertura (Versículos 1-3)

Hashem, Dios llama al profeta para que tome un Shofar (cuerno de carnero) y lo coloque en su regazo “por cuanto han traspasado Mi pacto, y se han rebelado contra Mi ley” (Versículo 1). El Shofar simboliza la inminente llegada de la guerra  y de la calamidad, que se da como consecuencia de que Israel ha abandonado a Dios “Israel ha desechado el bien; el enemigo le perseguirá” (Versículo 3)

Los pecados de Israel y el castigo (Versículos 4-14)

En este párrafo figura un detalle que explica por qué Hashem, Dios, decreta  la calamidad sobre el reino de Israel. El profeta menciona pecados de los ámbitos del culto y la política. En la esfera ritual, el profeta menciona los becerros de oro hechos por Yarovam: “Porque éste (becerro) también de Israel procede; el artífice lo hizo, luego no es Dios; así, pues, será hecho pedazos el becerro de Shomrón” (Versículo 6) y la multiplicidad de alatares construidos por Efraim “Por cuanto Efraim se ha multiplicado altares para pecar, los altares le han venido a ser ocasión de pecar” (Versículo 11). En cuanto a los pecados del ámbito político, acusa a Efraim de buscar ayuda entre los otros pueblos y mezclarse entre ellos: “Israel ha sido devorado; ahora están en medio de las naciones como una vasija que nadie tiene en estima” (Versículo 8). A raíz de los pecados, Dios castigará a Efraim: “ahora pues Él se acordará de su iniquidad y castigará su pecado: ¡se volverán a Egipto! (a la servidumbre)… pues, enviaré fuego en sus ciudades, que consumirá sus palacios” (Versículos 13-14).