Síntesis del capítulo, Génesis 43

Síntesis del capítulo, Génesis 43

Los hermanos en Kenaan (Versículos 1-15)

 

En el capítulo anterior, la conversación entre Iaacov y sus hijos derivó en un laberinto sin salida. Ahora Iaacov les pide a sus hijos que desciendan nuevamente a Egipto ya que la comida que habían traído de Egipto se ha agotado. Iehudá pronuncia un discurso ante Iaacov y explica que ellos podrán descender a Egipto sólo si Biniamín va con ellos. Iehudá le asegura a Iaacov que él es el garante del niño “yo habré de ser fiador, de mis manos habrás de pedirlo. Si no te lo trajere hasta ti y te lo presentare ante ti, habré pecado para ti por todos los días” (Versículo 9). Iaacov accede y les da a sus hijos la bendición para el camino.

Los hermanos en Egipto (Versículos 16-34)

 

Los hermanos llegan a Egipto pero aún no se encuentran con Iosef. El hombre “que era el mayordomo de la casa” (Versículo 16) lleva a los hermanos a la casa de Iosef. Los hermanos piensan que ahora Iosef desea “arrollarnos y caer sobre nosotros y tomarnos por esclavos junto con nuestros asnos” (Versículo 18). Ellos le suplican al mayordomo pero él de inmediato los tranquiliza “Dijo: ¡Paz para vosotros, no temáis!” (Versículo 23). Iosef llega al encuentro, pregunta por el padre de ellos y se emociona al ver a su hermano más pequeño. Luego, los hermanos reciben la comida, pero Iosef no come junto a ellos “ya que abominación era para los egipcios” (Versículo 32). Tanto los hermanos como los que siguen este relato no entienden qué es lo que está sucediendo y qué es lo que está por ocurrir “y se asombraron los hombres el uno frente al otro” (Versículo 33).

 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

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