Apertura (Versículo 1-4)

El Maestro de Coperos y el Maestro de Panaderos reciben una amonestación de Paró y se encuentran en la cárcel, el mismo sitio en el que se halla Iosef, y Iosef les presta servicio en la cárcel.

Los sueños del Maestro de Coperos y del Maestro de Panaderos (Versículos 5-8)

En una misma noche los dos soñaron un sueño. Iosef que los ve preocupados y encolerizados en la mañana, intenta comprender de qué se trata “Y le dijeron, tuvimos un sueño y no hay quien lo interprete” (Versículo 8) Iosef les propone que él interpretará el sueño de ellos y al principio el Maestro de Coperos acepta.

El sueño del Maestro de Coperos y su interpretación (Versículos 9-15)

El Maestro de Coperos relata su sueño: “vi una vid delante de mí, en la vid había tres sarmientos…y yo tenía la copa de Paró en mi mano, tomé las uvas y las exprimí en la copa de Paró” (Versículo 9-11). Iosef interpreta el sueño y le dice que en tres días (son los sarmientos) Paró restituirá al Maestro de Coperos a su puesto. Iosef agrega y solicita, que cuando esto suceda, no lo olvide a él y le haga un favor.

El sueño del Maestro de Panaderos y su interpretación (Versículos 16-19)

El Maestro de Panaderos ve que Iosef interpreta en forma positiva el sueño de su compañero y él también le pide una interpretación para su sueño: “Mira, había tres canastos de mimbre trenzado sobre mi cabeza…en el canasto superior había todo tipo de manjares para Paró, productos artesanales de panadería y las aves los comían del canasto que estaba en mi cabeza” (Versículos 16-17). Iosef interpreta el sueño de una forma totalmente opuesta. En tres días más (la referencia a los canastos) Paró colgará de un árbol al Maestro de Panaderos.

La realización de los sueños (Versículos 20-22)

Después de tres días, tal como lo prometiera Iosef, los sueños se realizan: el Maestro de Coperos es restituido al palacio mientras que el Maestro de Panaderos encuentra su muerte en la horca. A diferencia de la realización de las interpretaciones de Iosef, el pedido de Iosef al Maestro de Coperos no se cumple: “Y el Maestro de Coperos no se acordó de Iosef y lo olvidó” (Versículo 23).

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