Síntesis del capítulo, Génesis 38

Síntesis del capítulo, Génesis 38

Apertura (Versículos 1-11)

Iehudá se separa de sus hermanos, y se casa con una mujer kenaanita que da a luz a tres hijos: Er, Onan y Shelá. Iehudá casa a su hijo mayor con Tamar. Pero Er fallece sin haber tenido hijos, al igual que Onan, quien también fallece después de que su padre le pidiera que le hiciera “Iebum” (Levirato) a la esposa de su hermano. Ahora, el que debe realizar “Iebum” a Tamar es Shelá, pero Iehudá sospecha que tal vez también él fallezca y no le concede a Tamar como esposa.

El encuentro con la mujer (Tamar) en Timná (Versículos 12-19)

Años después, Batshua, la mujer de Iehudá, falleció y él asciende a Timná. Tamar es notificada de ello, y ella decide engañar a su suegro. Ella se disfraza de prostituta y se sentó “en la encrucijada de los manantiales, que estaba en el camino hacia Timná” (Versículo 14). Iehudá la ve y no la reconoce y le solicita acostarse con ella. Tamar le solicita una garantía y él le entrega su sello, su cordón y su bastón- su “documento de identidad”, y ella queda embarazada.

Iehudá busca a la mujer (Tamar) (Versículos 20-23)

Iehudá envía un macho cabrío de las ovejas con su amigo, el Adulamí, a fin de rescatar la garantía que le dejó a la mujer. El Adulamí la busca pero no encuentra a la mujer. Retorna al encuentro de Iehudá y le anuncia que la mujer no es conocida en la zona.

Iehudá ejecuta a Tamar (Versículo 24)

Después de tres meses Iehudá se entera de que Tamar está embarazada, es decir, se prostituyó y mantuvo relaciones íntimas con un extraño. Iehudá dictamina de inmediato “Sáquenla, que sea quemada” (Versículo 24).

Iehudá comprende que la mujer es Tamar (Versículos 25-26)

En el instante previo a su ejecución, Tamar le envía a su suegro la garantía (con “su documento”) y le dice: “Del hombre a quien pertenecen estos objetos yo estoy embarazada” (Versículo 25).  En ese mismo momento, Iehudá comprende lo sucedido y en un momento de grandeza dice: “Ella es más justa que yo, ya que no la he dado para Shelá, mi hijo” (Versículo 26).

El nacimiento de los hijos de Iehudá (Versículos 27-30).

En el parto resulta que Tamar lleva mellizos en su vientre, y así nacen los dos hijos de Iehudá: Peretz y Zaraj. Debe prestarse atención que el relato del nacimiento de Peretz y Zaraj es muy similar al relato del nacimiento de Esav y Iaacov.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

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