Síntesis del capítulo, Génesis 21

Síntesis del capítulo, Génesis 21

El nacimiento de Itzjak (Versículos 1-8)

La promesa de Dios se hace realidad. “Y Adonai rememoró a Sará — tal como había dicho — y actuó Dios según lo prometido a Sará” (Versículo 1). Sará, a una edad madura ella da a luz a su hijo. En esta instancia, la risa despectiva de Sará se transforma en una risa de alegría: “Felicidad me ha causado Elohim, todo el que escuche se regocijará por mí” (Versículo 6). Y así Sará reacciona con un breve poema: “¿Quién le hubiese dicho a Abraham que Sará amamantaría hijos? Pues yo le he dado un hijo en su vejez” (Versículo 7).

La expulsión de Hagar e Ishmael (Versículos 9-20)

Tras el nacimiento de Itzjak, el rol de Hagar como mujer de Abraham se convierte en algo irrelevante. Sará ve “al hijo de Hagar, la egipcia, — que había parido para Abraham — que se burlaba” (Versículo 9). Sea cual fuere el sentido del vocablo “Metzajek” (se burlaba), el texto bíblico tiene la intención de crear un antagonismo entre Ishmael e Itzjak. Sará le solicita a Abraham que expulse a Hagar e Ishmael a raíz de la burla “pues no habrá de heredar — el hijo de esta esclava —junto con mi hijo, con Itzjak”. (Versículo 10). Desde la óptica de Abraham este pedido es visto como algo malo, pero Dios le ordena que escuche la voz de Sará, y él expulsa a Hagar y a Ishmael al desierto, nuevamente.

Hagar e Ishmael deambulan por el desierto, y el agua empezaba a escasear. Hagar se aleja de Ishmael para no ver la muerte de su hijo. Dios escucha la voz del joven(y no la voz de Hagar), y un ángel se le revela (una vez más) a Hagar y le anuncia: “pues en pueblo grande lo habré de convertir” (Versículo 18). De repente Hagar encuentra una fuente de agua “y dio a beber al niño” (Versículo 19). Ishmael creció estando en el desierto “y su madre lo desposó con una mujer de la tierra de Egipto”. (Versículo 21).

Un pacto con Avimelej (Versículos 22-34)

Esta escena está desligada en su contexto y los comentaristas e investigadores han tratado de determinar su lugar. Avimelej le solicita a Abraham una promesa de fidelidad “Ahora pues, júrame por Elohim, aquí, que no habrás de cometer falsedad contra mí, ni contra mi hijo ni contra mi nieto” (Versículo 23). Abraham está dispuesto a jurar, pero mientras tanto lo reprende a Avimelej por el pozo de agua que quitaron sus siervos.  Avimelej esgrime como argumento “nada he oído hasta el día de hoy” (Comparen: “Con integridad de mi corazón y con pureza de mis manos, hice esto” (Capítulo 20, versículo 5).

Al concluir este tema, Abraham y Avimelej acuerdan un pacto en Beer Sheva. El relato concluye con una invocación de Dios por parte de Abraham: “Plantó - Abraham - un tamarisco (Eshel) en Beer Sheva, e invocó allí el nombre de Adonai, Dios Eterno” (Versículo 33).

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

 

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