La entrega  de Hagar a Abraham (Versículos 1-3)

Tal como ya lo vimos en el inicio de la serie de relatos (Capítulo 11, versículo 30) Sarai, la esposa de Abram, era estéril. Sarai pensó que tal vez sería conveniente que Abram intimara con su sierva, Hagar, y que ella alumbrara (tuviera) un hijo para Sarai. Abram escucha a su esposa y Hagar se convierte en la señora de Abram.

El embarazo de Hagar (Versículos 4-6)

La dificultad de Sará con su esterilidad nos resuena en varios capítulos, pero a diferencia de ella Hagar logra quedar embarazada fácilmente. A raíz del embarazo “perdió su ama estima a sus ojos“ (Versículo 4). Sarai maltrata a Hagar y finalmente, la sierva embarazada huye al desierto para liberarse de su ama.

Hagar y el ángel (Versículos 7-14)

Un ángel de Dios encuentra a Hagar “a la vera del manantial de agua“(versículo 7). El ángel le exige a Hagar que retorne a la casa de Sarai “y sométete a ella“ (versículo 9). Como compensación por esa aflicción, Hagar se hará acreedora a bendiciones: su descendencia será numerosa, el feto es un varón y su nombre será Ishmahel (Ulai es preferible escribir “Ishmael”, te parece??) “pues escuchó Adonai tu aflicción“ (versículo 11). Cuando nazca será bendecido como un hombre incivilizado- “su mano estará en todo — y la mano de todos estará en él “(versículo 12). Como el salvaje, el animal que no tiene hábitat, tampoco a él nadie lo dominará sino que será independiente “Y sobre la faz de todos sus hermanos morará“(versículo 12).

El nacimiento de Ishmahel (Versículos 15-16)

Hagar retorna al hogar de Abram y Sarai, y da a luz al hijo de Abram. A diferencia del pensamiento de Sarai, Ishmahel no es considerado hijo de Sarai, sino que es contemplado como hijo de Abram.

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