El capítulo está estructurado en un formato de diálogo entre Mordejai y Ester, a raíz del decreto de exterminio de los judíos. Visto y considerando que Ester se halla en el palacio y Mordejai, fuera del mismo, el diálogo se lleva a cabo a través de un mediador.
La convocatoria al duelo y la sorpresa de Ester (1-3)
Mordejai, que estaba al tanto de lo sucedido, rasgó sus vestimentas y vistió prendas de duelo “y salió por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor“(1), e incluso llegó así hasta el portón del reino, a pesar de que “nadie podía entrar dentro de la puerta del rey, vestido de saco”(2). Al igual que Mordejai, así reaccionan los judíos al escuchar el decreto-se sumen en duelo “tenían grande duelo, y ayuno, y llanto, y lamentación, y muchos se acostaban en saco y ceniza“(3). Ester, que no oyó acerca del decreto, le envió ropa a Mordejai para que se quitara las vestimentas de duelo, pero él se negó. Luego de ello, ella envió a Hataj para que aclarara con Mordejai “qué era aquello y con qué motivo él hacía eso“ (5).
La respuesta de Mordejai y su propuesta (6-9)
Hataj se dirige a Mordejai, y éste le cuenta lo sucedido. Mordejai propone que Ester se dirija al rey “para pedirle gracia, y para hacer súplica a favor de su pueblo“ (8). Hataj le transmite los conceptos a Ester.
La objeción de Ester (10-12)
Ester se abstiene aduciendo que no se puede dirigir al rey sin motivo “ todos los siervos del rey, y la gente de las provincias del rey, saben que cualquiera hombre o mujer que entrare adonde está el rey, en el atrio interior, sin que fuese llamado, una sola es la ley respecto de él, a saber: que sea muerto, salvo aquel a quien el rey le extendiere el cetro de otro“ (11), y no se presentó ante el rey durante treinta días. Hataj lo notifica a Mordejai.
El capricho de Mordejai (13-14)
Mordejai se encapricha y le transmite a Ester que ella es la solución para la situación de los judíos del reino: “porque si por causa alguna tú callares por completo en este tiempo, surgirá alivio y liberación para los Yehudim de algún otro lugar, ¡mas tú y la casa de tu padre pereceréis!, y ¡quién sabe si no fue para ocasión como ésta que tú has llegado al reino!” (14).
La solicitud de Ester (15-17)
Ester escucha los conceptos de Mordejai y pide que todos los judíos que se hallan en Shushán ayunen durante tres días y luego ella se dirigirá al rey “¡y si perezco, que perezca “ (16). Mordejai recibió el mensaje de Ester y actuó acorde al mismo: “Mordejai, pues, se fue e hizo según todo lo que le había ordenado Ester“(17),
Redacción: Netanel Szpigel