Nuestro capítulo relata acerca de la rebelión de Abshalom contra David, cómo actúa Abshalom y cuál es la reacción de David y de la gente de su entorno:

La preparación para la rebelión (versículos 1-6)

Mucho antes del inicio de la rebelión, Abshalom organiza una carreta y caballos y recibe gente para administrar justicia: “y sucedía que todo aquel que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Abshalom lo llamaba…” (Versículo 2). La gran ventaja de Abshalom es la buena sensación que da cuando escucha a cada uno de los contendientes: “Mira, tu causa es buena y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey” (versículo 3). Abshalom logra motivar a la gente.

La  proclamación de Abshalom y su coronación (versículos 7-12)

Transcurren cuarenta años, y Abshalom se siente preparado para comenzar la rebelión. Le solicita a su padre David dirigirse a Hebrón. Davd se lo permite, y Abshalom explica a la agente de su entorno, qué deben hacer: “Tan pronto oigan el sonido del Shofar dirán: “Abshalom es rey en Hebrón” (versículo 10). El resultado es inequívoco: “Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente  aumentaba la gente que seguía a Abshalom” (versículo 12).

La reacción de David (versículos 13-18)

El relator llega a David y lo notifica de lo ocurrido. David se apresta a fugarse de la ciudad, y los allegados a David abandonan Ierushalaim. David deja a sus mujeres en el palacio: “dejando el rey a diez concubinas para cuidar la casa” (versículo 16).

Antes de  la salida de la ciudad: tres conversaciones (versículos 19-37)

Previo a la salida y a la fuga, David realiza tres conversaciones urgentes: con Itai el Guití, con los sacerdotes Tzadok y Eviatar y con Jushai el Arkí.

Itai era filisteo y David intenta convencerlo de que no vaya con él, pero Itai manifiesta una fuerte e lealtad a David y sigue junto a él.

Al darse cuenta David de que Tzadok y Eviatar cargan el Arca de Dios y piensan sacarlo de la ciudad, les explica que el Arca debe permanecer en Ierushalaim.

Jushai llega a David y también está interesado en sumarse a los que se escapan de Ierushalaim. David le hace una propuesta diferente: “Pero si regresas a la ciudad, y dices a Abshalom: “Seré tu siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de tu padre, así ahora seré tu siervo”, entonces harás nulo el consejo de Ajitofel en favor mío” (versículo 34). De este modo, Jushai se convierte en un espía de David en el “reino” de Abshalom.